Step 1

Escoge el árbol apropiado. Selecciona uno que funcione como un buen espiral, preferentemente el de la vida, tejo, boj o de hoja perenne con un follaje muy denso. El follaje escaso no generará un espiral convincente. Los árboles más cortos y los arbustos son más fáciles de cortar que los que son muy grandes. Éste debe tener un tronco recto y la la forma de un cono.

Step 2

Ata la cinta a la punta del árbol y colócala en espiral hacia abajo alrededor de éste para crear una guía para tu corte. Ajústala para que resista la pendiente en espiral con un espacio de por lo menos varios centíemtros de separación.

Step 3

Comienza a mitad de camino del árbol y corta a lo largo del borde superior de la cinta. Quita sólo el primer tercio de las ramas y ten cuidado de no quitar las que sostengan hojas que deberían permanecer. Repite el corte en la mitad superior, a lo largo del borde inferior de la cinta.

Step 4

Corta la mitad inferior a lo largo de la cinta. Repite el paso tres para la mitad inferior del árbol, cortando a lo largo de la parte superior y luego de la parte inferior de la cinta. Ajústala al principio, si es necesario, para continuar con una espiral suave desde la mitad superior del árbol.

Step 5

Corta hasta el tronco. Una vez que la espiral básica está en su lugar, profundiza los cortes hasta al tronco. Nuevamente, ten cuidado de no quitar las ramas que sostienen el follaje que debería permanecer.

Step 6

Quita la cinta y suaviza los bordes. Finalmente, puedes quitarla y redondear los bordes de la espiral hasta lograr la forma final. Toma distancia y realiza cualquier corte detallado que sea necesario.