Step 1

Limpia la ventana de cristal de la puerta con un limpiador de vidrio y filtros de café. Los filtros de café se utilizan porque no dejan pelusa. Corta la lámina para ventanas al tamaño de la ventana con un cuchillo. Mezcla unas gotas de champú para bebés en una botella de agua destilada. Rocía la mezcla en la ventana. Coloca la película en la ventana y raspa con un enjuagador de goma para eliminar la humedad. Las películas están disponibles en muchos colores y texturas.

Step 2

Pon láminas de plástico alrededor de la ventana limpia con cinta de pintor. Agita una mezcla de vidrio glaseado en una lata de aerosol. Rocía el glaseado sobre las ventanas para permitir la entrada de luz la casa.

Step 3

Compra una persiana diseñada para adaptarse a las puertas. Instala los soportes de las persianas directamente en la puerta con los tornillos de madera o metal para que coincidan con el material de la puerta. Atornilla los soportes 1 pulgada (2,60 cm) por encima y a cada lado de la ventana. Si los montantes de la ventana sobresalen, añade el bloqueo entre el soporte y la puerta de manera de que el soporte esté a nivel con la superficie interior. Instala los soportes para que sujeten la parte inferior de la persiana.

Step 4

Cuelga cortinas dobles sobre la puerta. Monta los soportes para que se adapten a la longitud de la cortina. Los soportes deben estar 1 pulgada (2,60 cm) por encima y a cada lado de la ventana. Utiliza tornillos de madera o metal, dependiendo del material de tu puerta. Desliza las barras de la cortina en los bolsillos superior e inferior de la misma e inserta las varillas en los soportes de la barra.