Step 1

Riega el césped constantemente. Suena simple, pero la mayoría de las veces éste se pone mal debido a errores simples, como la falta de riego. Este es el paso más importante para mantenerlo saludable. También te puede ayudar a que crezca nuevamente y recupere su color verde. Asegúrate de echarle agua en forma homogénea y en la cantidad suficiente de forma que penetre seis pulgadas (15 cm) en el suelo. En caso contrario, las raíces emergerán hacia la superficie y quedará vulnerable al daño provocado por el sol.

Step 2

No uses fertilizantes o pesticidas en exceso. Asegúrate de leer las instrucciones en la parte de atrás del envase para asegurarte que los utilizas en la forma y en el momento adecuados. Si usas demasiada cantidad, quemarás el césped porque mata los microbios que necesita para mantenerse saludable y crecer. Al aplicar fertilizante en el verano o en el tiempo cálido harás que el pasto se marchite y quede marrón.

Step 3

Añade azúcar. Esto suena raro pero funciona. El azúcar protege los microbios necesarios para que el césped se mantenga saludable. Esparce aproximadamente una libra (453 gramos) de azúcar cada 300 pies cuadrados (91 metros cuadrados) de pasto.

Step 4

Vuelve a cubrir con césped. Si el daño a tu césped es extenso y no han funcionado ninguno de los pasos anteriores funcionó para recuperarlo, es tiempo de volver a colocar pasto. Volver a sembrar es una opción pero, en el mejor de los casos, el pasto crecerá en forma irregular por lo que te valdrá la pena la inversión en césped de rollo. Si sólo hay unos parches de césped que son irreparables puedes comprar tepes para llenar los agujeros en lugar de volver a aplicar pasto en todo el jardín. Debes tener en cuenta que los tepes necesitan una cantidad adicional de agua.