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Provee a tu perro pastor australiano con juguetes robustos para masticar, ya que esto evitará que muerda tus talones, una práctica usada para conducir ganado. Cualquier juguete que se le dé a este tipo de perro debe ser muy fuerte puesto que tiene una mandíbula demasiado poderosa y usualmente mastican con entusiasmo sus juguetes.

Mantén las sustancias peligrosas o tóxicas fuera del alcance de tu perro, porque es extremadamente curioso e inteligente y le gusta meterse en todos los lugares. Cualquier elemento que pueda presentar algún riesgo, como medicamentos, cosméticos, vidrio o juguetes pequeños, deberían estar más arriba de la altura a la que se encuentra el tórax de un adulto, preferiblemente adentro de un armario.

Bríndale a tu perro pastor australiano muchas actividades al aire libre. Caminar y salir a correr son muy buenos para su ejercitación diaria, pero tu perro puede aburrirse con eso. Unirte a una organización local donde tu perro pueda usar su habilidad de resolver problemas, como prácticas de agilidad y de arreo, puede ser útil para que tu perro ejercite tanto su cuerpo como su mente.

Cepilla el pelaje de tu perro semanalmente y báñalo cada pocos meses. Su pelaje es muy fácil de mantener y continuará luciendo saludable siempre y cuando lo cepilles regularmente. Utiliza un champú suave para evitar que su piel se reseque.

Alimenta a tu perro pastor australiano con una dieta nutritiva basada en comida para perros y evita darles las sobras de tu comida. Elige un alimento con carne, aves o pescado como uno de sus ingredientes principales. Deberías evitar darle otro tipo de comidas, ya que pueden derivar en obesidad y problemas intestinales.