Step 1

Con una brocha, aplica el sellador sobre la puerta. Hazlo de forma constante y uniforme capa tras capa. Deja que el sellador se seque.

Step 2

Con una brocha, aplica sobre la puerta una capa base de pintura efecto agrietado. Este será el color que se vea a través de las grietas después de que apliques la última capa. Algunas marcas requieren de dos capas de pintura base. Sigue las instrucciones señaladas en la etiqueta del producto. Deja que la capa base se seque por completo.

Step 3

Con una brocha, aplica homogénea y rápidamente otra capa de pintura efecto agrietado. Asegúrate de que la puerta esté pintada de forma uniforme. No gastes demasiado tiempo en la aplicación de la capa superior, porque la pintura empezará a agrietarse inmediatamente. Deja que la última capa se agriete y se seque por completo, antes de continuar.

Step 4

Lija algunas zonas de la pintura agrietada. Utiliza una lija de grano fino o una lana de acero. Quita la pintura, donde se produzca un desgaste normal. Disminuyendo las capas de pintura en los bordes y alrededor de manijas de las puertas darás la impresión de envejecimiento natural por el tiempo. Este proceso se conoce como envejecimiento. También puedes abollar y maltratar la puerta para que se vea más desgastada por el tiempo. Para ello, golpea la puerta con un martillo o una cadena ligera para dejar algunas marcas.

Step 5

Aplica un esmalte efecto antiguo. Usa una brocha para aplicar el barniz sobre la pintura agrietada. Cubre toda la puerta con una capa uniforme. El esmalte debe acentuar e incrementar el aspecto antiguo de la puerta. Las grietas se harán más evidentes cuando el glaseado se filtre entre ellas, haciéndolas sobresalir y ver más obvias.