Regulador cerrado y quema de leña inapropiada

El regulador de una estufa de leña o tubería restringe el flujo de humo hacia el exterior. Debe estar completamente abierto cuando la estufa se encienda para permitir el paso de corriente máxima. Incluso parcialmente cerrado, sacará humo. Cerrar los controles de aire en la estufa quita el suministro de oxígeno al fuego, causando que arda mal y que produzca humo. La leña muy seca en trozos pequeños y la leña secada al horno se queman muy rápido, creando un exceso de gases y humo.

Chimenea construida en el exterior

Una chimenea funciona bien cuando el cañón es más caliente que el aire del exterior. Las chimeneas construidas en el exterior en lugar de en el centro se enfrían y son propensas a humear.

Cañón frío cuando prendes el fuego

Una vez que el cañón se calienta, el humo se expulsará por la chimenea, pero para entonces ya tendrás la casa llena de humo. Prepara el cañón de la chimenea antes de encender el fuego encendiendo un rollo de papel y manteniéndolo en la cámara de combustión, cerca del collar del mismo (la abertura de la estufa que conecta a la tubería). Quema uno o dos rollos para calentar los gases que suben por el cañón, después, enciende la leña.

Altura inadecuada de la chimenea

Una chimenea por lo menos debe ser tres pies (0,9 m) más alta que la línea del techo y por lo menos dos pies (0,6 m) más alta que cualquier parte de la casa que se encuentra a 10 pies (3 m) de la misma. Puede ser necesaria una extensión del ducto de la chimenea o estufa.

Bloqueo de la chimenea o chimenea sin casquillo

Puede haber acumulación de creosota, hojas, residuos, nidos de pájaros o un colapso parcial del revestimiento de la chimenea o ladrillos bloqueando la salida de humo. Esto puede evitarse con una limpieza regular y un casquillo de chimenea que se ajusta en la parte superior de la misma, desviando el viento. Los casquillos con deflectores de corriente detienen al aire frío para que no baje por el cañón, metiendo el humo en la casa.

Tamaño incorrecto del cañón de chimenea y varios dispositivos conectados al mismo

Un cañón de chimeneas de gran tamaño requiere más temperatura para mantenerlo caliente, lo que afecta la combustión y provoca la acumulación de creosota y humo. Las estufas nuevas, especialmente los modelos catalíticos, son muy sensibles a las corrientes, y el gran tamaño del cañón se convierte en un gran problema. Uno de tamaño pequeño provoca humo en el conducto, regresando el humo a la casa y presentando riesgo de incendio. Se debe instalar el tamaño correcto del cañón para tu modelo de estufa. Una estufa de leña conectada a una chimenea que sirva como tal, horno u otro aparato pude sacar humo. Las nuevas normas requieren que las estufas de leña tengan su propia chimenea.

Casa despresurizada

El movimiento del aire dentro de la casa interfiere con la función de la chimenea. El "efecto chimenea" hace que toda la casa actúe como una chimenea, moviendo el aire hacia arriba o hacia abajo. Las ventanas abiertas, un techo mal aislado, un ático con corrientes de aire o un hueco de escalera, succionan el aire caliente hacia arriba y fuera de la chimenea, soplando el aire frío hacia adentro y una metiendo humo en la casa.