Chimenea bloqueada

Una de las razones más comunes para que el humo se regrese en una estufa de leña es una chimenea bloqueada. Con el tiempo, el hollín, las cenizas y otros residuos de tu estufa pueden acumularse en la chimenea. Esto puede restringir el espacio disponible para que el humo se escape o incluso dar lugar a un bloqueo total. También existe una posibilidad de que tu chimenea pueda estar bloqueada por algo un poco más desagradable como un pájaro muerto. Debes limpiar tu chimenea por lo menos una vez al año contratando a un deshollinador profesional para evitar obstrucciones.

Depósito de la chimenea restringido

Cualquier cosa que obstruya el flujo de aire alrededor del depósito de la chimenea, el punto donde el humo de la estufa sale de tu casa, puede tener un impacto negativo en la corriente ascendente. El recorte de los árboles o mover cualquier obstrucción artificial debería mejorar el rendimiento de tu chimenea. Si esto no es posible, habla con tu constructor acerca de extender la altura de la chimenea.

Revestimiento/aislante de chimenea

Una chimenea no aislada que tiene una gran cantidad de fugas y grietas, puede afectar seriamente la salida de tu estufa. Instalar un revestimiento no sólo hará que tu chimenea quede hermética, sino que también ayudará a aumentar la temperatura de los gases de combustión, que a su vez mejora la salida de la estufa.

Ventilación

La mala ventilación en la habitación donde se encuentra la estufa también puede dar lugar a corrientes descendentes. Abre una ventana cerca de la estufa. Si comienza a expulsar de manera más eficiente, lo más probable es que haya un lugar mal ventilado. La respuesta es siempre abrir una ventana cuando la estufa esté encendida o instalar una unidad de ventilación diseñada para ello.