¿Por qué el uso excesivo de fertilizante podría matar a las plantas?

Aplicar mucho fertilizante puede matar a las plantas.

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Muchos jardineros aplican fertilizante en exceso, creyendo que sus plantas crecerán más rápido o más saludables. Sin embargo, el exceso de fertilizante, en especial aquellos que tienen base química, pueden dañar la salud de la planta e incluso matarlas. Las altas concentraciones de los fertilizantes causan quemaduras, limitan la disponibilidad de algunos nutrientes, causan marchitez y fomentan que las hojas se tornen amarillentas o marrones. Siempre sigue las instrucciones del paquete a la hora de aplicar fertilizante.

Acumulación de sales

Muchos fertilizantes químicos, así como algunos rectificadores naturales para el suelo, como cenizas o abono, ocasionan la acumulación de sales en el suelo. Con respecto a las plantas de maceta, esta acumulación puede aparecer como un corteza blanca sobre el borde de la maceta. Las hojas bajas de las plantas pueden volverse amarillas y marchitas. Las puntas y los márgenes de las hojas maduras a menudo se vuelven marrones. Las raíces pueden ennegrecer y la planta podría perder esas hojas, eventualmente. El crecimiento es lento o inexistente y las plántulas a menudo mueren rápidamente.

Desequilibrio de nutrientes

El exceso de un nutriente principal puede evitar que la planta absorba otras nutrientes. Como resultado, las hojas se tornan amarillas y el crecimiento se detiene o retrasa, entre otros problemas. El exceso de calcio puede evitar que las plantas absorban hierro y magnesio. El zinc, el manganeso y el cobre también pueden bloquear al hierro en el suelo, evitando que las plantas lo absorban adecuadamente.

El pH del suelo

Muchos fertilizantes cambian el calor del pH del suelo con el paso del tiempo. Por ejemplo, los fertilizantes de nitratos de calcio y sodio son básicos y elevan el pH. El nitrato de amonio es ácido y disminuye el pH. Aplicar la misma cantidad de fertilizante por largos períodos de tiempo puede crear un ambiente poco amigable para las plantas. Cuando los niveles de pH están muy altos o muy bajos, algunos nutrientes del suelo pueden ligarse y no estar disponibles para la planta. Esta deficiencia puede causar que las hojas se tornen amarillas, que el crecimiento se detenga o retrase y que la planta muera.

Daño a la raíz

El exceso de fertilizante en el suelo puede quemar o dañar las raíces de la planta, reduciendo su capacidad para abastecer a la planta y absorber los nutrientes del suelo. La Extensión Cooperativa de la Universidad de Connecticut recomienda lixiviar el suelo con grandes cantidades de agua fresca para remover el exceso de fertilizante y evitar el quemado de la raíz. Toma las precauciones para asegurarte de que el suelo puede drenar con libertad, ya que las plantas inundadas pueden sufrir del pudrimiento de sus raíces o de infecciones fúngicas.

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