Fertilización de tomates y pimientos
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Los tomates y pimientos pertenecen a la misma familia y tienen similares requerimientos para crecer. Ambos prosperan a pleno sol y en suelos fértiles y húmedos, pero sus necesidades de fertilización son un poco diferentes. Las plantas jóvenes de tomate son algo susceptibles al nitrógeno. Demasiada cantidad de este elemento en estadíos tempranos estimula la producción de hojas y retrasa el establecimiento de frutos. Los pimientos toleran más nitrógeno.
Enmienda de suelo
Enmienda el suelo cada otoño con abono orgánico o estiércol bien descompuestos. Los tomates, los pimientos y otros vegetales se benefician con esta práctica. Tanto el abono como el estiércol liberan lentamente dosis de nitrógeno, fósforo y potasio. También mejoran el drenaje y la textura del suelo. Agrega 2 o 3 pulgadas (5 a 7,5 cm) a jardines recientemente establecidos y 1 pulgada (2,5 cm) a otros suelos. El uso de demasiado estiércol puede agregar una cantidad excesiva de sal al suelo.
Momento de plantación
En el momento de la plantación, esparce un puñado de fertilizante 5-10-5 a tres pies (90 cm) de las plantas. Mézclalo ligeramente con el suelo a una profundidad de 3 o 4 pulgadas (7,5 a 10 cm). Este fertilizante de bajo contenido en nitrógeno estimula el desarrollo de raíces y flores. Si prefieres una opción orgánica, agrega una palada de estiércol y un puñado de harina de hueso a cada hoyo de plantación. Mezcla bien los productos con la tierra antes de plantar los tomates. Antes de plantar pimientos, enmienda el suelo con 1 libra (450 g) de fertilizante 20-20-20 cada 100 pies (30 m) de surco, enterrado a una profundidad de 6 pulgadas (15 cm). Si el suelo es ácido, espolvorea la tierra con una delgada capa de sales Epsom, que agrega magnesio y evita que las hojas se pongan amarillas.
Crecimiento posterior
Cuando se forman los frutos del tomate, es el momento de aplicar nitrógeno. Aplica una palada de estiércol al costado de las plantas o esparce 1/2 taza de fertilizante 10-10-10 formando un anillo alrededor de cada una. Fertiliza los pimientos cuando desarrollen flores con 1/8 taza de sulfato de amonio cada 10 pies (3 m) de surco. Si el crecimiento decae, aplica un poco más de nitrógeno tres semanas más tarde. En zonas donde el verano es muy largo, las plantas pueden precisar una aplicación adicional de fertilizante en agosto (hemisferio Norte).
Consideraciones
Nunca apliques fertilizante directamente sobre las raíces u hojas de las plantas porque puedes quemarlas. En cambio, espárcelo en el suelo rodeando a la planta y riega bien después de la aplicación. Las necesidades de fertilización varían dependiendo de la fertilidad del suelo. Estas recomendaciones son generales, pero para detalles más específicos, realiza una evaluación del suelo mediante un servicio de extensión de una universidad o a través de un laboratorio privado de suelo. Los tomates y pimientos cultivados en macetas precisan fertilización más frecuente. Fertilízalos cada tres semanas con un producto soluble en agua.
Referencias
Recursos
Sobre el autor
Julie Christensen is a food writer, caterer, and mom-chef. She's the creator of MarmaladeMom.org, dedicated to family fun and delicious food, and released a book titled "More Than Pot Roast: Fast, Fresh Slow Cooker Recipes."
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