El impacto de los estilos de crianza en el desarrollo de los niños

Las tácticas disciplinarias pueden afectar negativa o positivamente al desarrollo de tu hijo.

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Cómo respondes y disciplinas a tus hijos afecta en gran medida cómo se desarrollan, tanto cognitiva como socialmente. El proceso de desarrollo de un niño se ve influenciado por una mezcla de todos los estímulos con los que entra en contacto, como las personas y las situaciones. Puesto que los padres son normalmente una presencia permanente en la vida de un niño, tienden a tener un impacto más significativo en su desarrollo si es positivo o negativo.

Autoritario

Los padres autoritarios esperan total cooperación y madurez de sus hijos.

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Los padres que practican la crianza autoritaria demandan la cooperación total de sus hijos y no tienen tolerancia a preguntas o romper las reglas. Este estilo de crianza espera un alto grado de madurez del niño con bajos niveles de comunicación entre padres e hijos. Los niños disciplinados por padres autoritarios no se meten en problemas y sacan buenas notas, pero su desarrollo social se ve afectado negativamente debido a que no se les anima a opinar, son tímidos y están constantemente preocupados por decepcionar a sus padres.

Asertivo

La crianza autorizada se asocia a un desarrollo saludable.

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El estilo de crianza asertiva, más que cualquier otro tipo, ayuda a asegurar el desarrollo sano, porque a los niños se les enseña a seguir las reglas, hacer preguntas y tener sus propias opiniones. Las investigaciones realizadas por Betsy Garrison y sus colegas de la Universidad Estatal de Louisiana sobre cómo los estilos de crianza influyen en la capacidad cognitiva encontraron que la crianza asertiva en padres y madres está positivamente correlacionada con el desarrollo cognitivo de los niños. El desarrollo social también se beneficia de este estilo de crianza, ya que se da la bienvenida a la comunicación y los niños se sienten más a gusto con sus compañeros y en otras situaciones sociales.

Indulgente

Los padres permisivos promueven un desarrollo social positivo.

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Los padres indulgentes o permisivos se centran más en ser amigos de sus hijos que una figura disciplinaria. Hay una gran cantidad de comunicación entre padres e hijos, pero niveles muy bajos de madurez y de exigencias en el niño. Los niños criados por padres indulgentes tienen una mayor autoestima, mejores habilidades sociales y menores niveles de depresión, lo que ayuda en el desarrollo social positivo. La madurez y la independencia disminuidas asociadas con la indulgencia paternal perjudican el desarrollo emocional de un niño porque no está obligado a crecer en estas áreas.

Desinvolucrados

Los padres desinvolucrados no se interesan en sus hijos.

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Los padres que son ambivalentes en los deseos y necesidades del niño son considerados padres descuidados. A menudo, este estilo de crianza de los hijos está asociado con el abandono y el abuso. Si bien no existen exigencias o normas a seguir para el niño, tampoco hay comunicación ni estímulo de parte de los padres. Cuando los padres son psicológicamente o físicamente inaccesibles para sus hijos, todos los elementos del desarrollo se ven afectados negativamente. El desarrollo social se atrofia porque al niño nunca se le enseña cómo actuar con las personas y, por lo tanto, se siente incómodo en situaciones sociales. Debido a la falta de conexiones emocionales y psicológicas entre el padre y el niño, el desarrollo cognitivo también sufre.

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