A una edad temprana, el desarrollo emocional, social y de aprendizaje de un niño depende de las experiencias del hogar y del jardín de infantes. Las habilidades sociales como la cooperación, el respeto, el compartir y el comprometerse, pueden ser modelados y practicados a través de una variedad de actividades. Como maestra de preescolar, puedes conducir a los estudiantes en juegos que los ayuden a interactuar con los demás.

Juego del nombre

Este juego, desarrollado por las investigadoras en niñez Sandra Sandy y Kathleen Cochran, enseña a los niños pequeños a usar sus nombres al dirigirse y comenzar una conversación con alguien. Los niños se sientan en círculo y la maestra o conductora de grupo pasa una pelota a alguno de los preescolares. Entonces él dice el nombre de alguien de la ronda y le pasa la pelota. El juego continúa hasta que todos hayan pasado y recibido la pelota por lo menos una vez. Extiende el juego, además de decir el nombre del compañero, haciendo que un jugador le haga una pregunta como "¿cómo estás hoy?" o "¿cuál es tu color preferido?".

Creaciones cooperativas

Una habilidad social importante a desarrollar para estudiantes de preescolar, es trabajar bien con otros. Los estudiantes son divididos en parejas o en pequeños grupos para construir algo juntos. La maestra o conductora debería circular alrededor de los niños y alentar a cada uno a involucrarse y a sentirse parte del proceso creativo. Entrega a los chicos bloquecitos para construir su casa de ensueño o, para una actividad al aire libre, provéelos de soga y pídeles que construyan un barco con objetos de la naturaleza hallados en un bosque o en un parque.

Expresar amabilidad

Esta actividad, desarrollada por una maestra de preescolar, ayuda a los niños a aprender a expresar sus propios sentimientos y pensamientos y fomenta el respeto entre los compañeros. La educadora de infancia temprana le dice a los chicos que van a crear una tela de araña con un ovillo de hilo. Ellos forman un círculo y la maestra comienza a sostener una punta del hilo, lanzando el ovillo a uno de los niños. Ella dice algo que le guste acerca del mismo, como "él es un muy buen corredor" o "él es un excelente pintor con los dedos". El niño entonces toma el ovillo de hilo pero lo arroja a otro estudiante, diciendo algo positivo acerca del mismo. El juego continúa hasta que el ovillo de hilo esté deshecho y los jugadores hayan formado una red, simbolizando un grupo de niños conectado. La conductora debería asegurarse de que todos los chicos estén incluidos en el juego.

Construcción de consenso

Comprometerse y escucharse el uno al otro son habilidades sociales muy importantes que los niños pequeños pueden comenzar a practicar. El Dr. Gwen Dewar, sugiere un juego en donde como grupo, los preescolares puedan tomar decisiones para una fiesta de cumpleaños. La maestra puede hacer una variedad de tarjetas para aperitivos de fiestas (como pizza, perros calientes, nachos y emparedados de mantequilla de maní), de actividades (como nadar, mirar una película, juegos de fiesta o ir a la playa), y de sabores de torta de cumpleaños (como chocolate, vainilla y crema helada). Los niños comienzan mirando todas las tarjetas de cumpleaños y decidiendo cuáles son sus preferidas y cuáles no. La conductora puede guiar a todos los chicos a debatir acerca de sus elecciones y ver si puede generar un consenso entre los pequeños pensadores.