Cómo limpiar termos de acero inoxidable

Los termos de acero inoxidable se han vuelto una parte indispensable de la vida moderna. Mantienen el café caliente mientras vamos camino hacia algún lugar, conserva el jugo de los niños fresco mientras están en la escuela, llevan la limonada hasta la playa en verano y mantienen el chocolate caliente cuando estás en busca de un árbol de navidad. Con tanto uso se pueden ensuciar bastante y en ocasiones, albergar olores de ponches viejos. Una limpieza regular hará que tu termo se vea y huela fresco, y asegurará que el refresco de frutas de tu angelito no sepa a café viejo.

Desecha el líquido restante del termo y enjuágalo rápidamente, sacando el agua por la abertura por la que sueles beber. Desarma el recipiente, removiendo la tapa y cualquier otra parte que se pueda retirar de tu modelo en particular.

Lava el cuerpo del termo por dentro y por fuera con una toallita húmeda y un poco de detergente para vajillas, y enjuaga bien. Nunca sumerjas la parte que tiene el aislamiento en agua ni la pongas en el lavaplatos, el agua se podría filtrar en las uniones y arruinar el recipiente. Evita usar esponjas o limpiadores abrasivos que podrían quitarle el brillo al acabado de acero inoxidable.

Lava la tapa del envase con agua caliente y detergente para vajillas, usando un cepillo para tetinas para sacar la suciedad de las hendiduras. Si hay mucha mugre acumulada en la tapa, permite que ésta se remoje en agua caliente y jabonosa.

Remueve los olores y los sabores residuales lavando el frasco y la tapa con vinagre, luego lávalos de nuevo con jabón y agua. Estregar el interior del frasco suavemente con bicarbonato húmedo es una manera aun más efectiva de quitar los olores y sabores residuales, pero hacerlo puede opacar el acabado de acero inoxidable.

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