Step 1

Desenchufa tu máquina lavadora de la toma eléctrica.

Step 2

Muévela lo suficientemente lejos de la pared de modo que puedas trabajar cómodo detrás de ella. Ten cuidado de no tirarla demasiado hacia adelante ya que podrías desconectar la manguera de drenaje o dañar las mangueras del suministro de agua.

Step 3

Cierra el suministro de agua con la válvula ubicada en la pared, detrás de la lavadora. Para ello, gira la perilla en sentido horario.

Step 4

Desatornilla la manguera del suministro de agua de la parte de atrás del dispositivo. Ten una toalla o una cubeta a mano ya que algo de agua podría derramarse. Utiliza una pinza si la manguera te resultara difícil de aflojar.

Step 5

Quita el filtro de la toma de agua con tus dedos o con una pinza de punta fina. Cepilla toda la suciedad o arena que pueda tener; también puedes enjugarlo con una solución de agua y vinagre si es que los residuos se hubieran calcificado.

Step 6

Coloca el filtro de nuevo en su lugar. Ajusta la manguera del suministro de agua y asegúrate de enroscarla firmemente.

Step 7

Enchufa la lavadora a su toma eléctrica.

Step 8

Haz una prueba de lavado pero sin colocar ropa dentro de la máquina. Asegúrate de que la manguera del suministro de agua esté firme y que no tenga pérdidas. Mueve la máquina lavadora a su ubicación original cuando estés satisfecho con la limpieza y si es que no hay problemas.