Tipos de deuda kármica

La deuda kármica puede acumularse de muchas formas. Esto incluye las relaciones amorosas que terminaron mal y las situaciones en las que causaste daño físico, emocional o psicológico a alguien. Sin embargo, la deuda kármica, a menudo proviene de instancias más mundanas. Por ejemplo, si querías hacer frente a un familiar o amigo, pero estabas demasiado asustado para actuar, entonces esta instancia se convierte en parte de tu deuda kármica. Tendrás que hacer frente a esta persona, o alguien representativo de esta persona, antes de poder seguir adelante con tu vida. Del mismo modo, si no pudiste darle las gracias a alguien por algo, puedes acumular deuda kármica y tendrás que expresar tu gratitud. Mientras que la deuda kármica se aplica normalmente a las relaciones entre los seres humanos, esto no tiene por qué ser el caso. Por ejemplo, alguien que ha dedicado su carrera a la tala de árboles o haciendo otra cosa que dañe el medio ambiente puede tener una deuda kármica con el mundo natural. La deuda puede ser resuelta al convertirse en un activista del medio ambiente o donando tiempo y dinero a los esfuerzos conservacionistas.

Formas de pagar la deuda kármica

Como se describió anteriormente, la forma más común de resolver la deuda kármica es hacer algo para contrarrestarla de manera directa. Por ejemplo, si has adquirido una deuda a causa de una relación negativa con alguien, haz lo posible para construir una relación positiva con él ahora. Sin embargo, no todas las deudas deben resolverse de esta manera. A veces, la deuda kármica existe simplemente porque percibes que existe. Por ejemplo, puedes sentirte responsable de alguien cuando, en realidad, sus opciones eran de ella, y realmente no hiciste nada para hacerle daño. En este caso, la deuda kármica se resuelve haciendo una elección consciente para liberarse de la responsabilidad y dejar de lado las emociones negativas relacionadas con la situación.

El propósito de la deuda kármica

La deuda kármica es un medio para ayudar a la gente a aprender. Cada deuda ofrece una lección, y estas lecciones le permiten a tu alma evolucionar. La deuda kármica no es un castigo. Puede sentirse incómodo porque requiere que hagas frente a las heridas y miedos del pasado. Sin embargo, estas sensaciones incómodas se van cuando se paga la deuda. En realidad, la deuda kármica es un medio para ayudarte a reemplazar el dolor y el miedo por la paz y la esperanza para que seas más saludable y poderoso en el futuro.

La conexión entre la deuda kármica y las almas gemelas

De acuerdo con la popular filosofía de la Nueva Era, las personas involucradas en relaciones amorosas y amistades cercanas suelen unirse por una de tres razones. Son almas gemelas, son llamas gemelas o se tienen deuda kármica entre sí. Las almas gemelas son como compañeros de clase en la escuela de la vida. Constantemente eligen compartir sus vidas juntos y tienen una amistad que se extiende por varias vidas. Las llamas gemelas son las partes masculinas y femeninas de la misma alma. Se manifiestan por separado en varias vidas y se vuelven a unir en períodos clave de la historia de la Tierra y cuando es hora de que dejen de manifestarse como seres humanos y vuelvan a la conciencia eterna de la que vinieron originalmente. Por último, los socios kármicos buscan la energía del otro. Sus relaciones suelen comenzar con gran pasión y terminan sin ninguna atracción. Estas relaciones también pueden dejar a uno de los socios particularmente drenado. Cuando los socios kármicos se separan, esto es una señal de que (a) el negocio se ha resuelto y las deudas se han pagado o (b) el momento no es el adecuado para lograr estos objetivos y está bien para seguir adelante.

Consideraciones

La idea de la deuda kármica complementa religiones y filosofías que apoyan la idea de la reencarnación. Sin embargo, no es necesario creer en la reencarnación para beneficiarse de los conocimientos del karma. En un sentido completamente secular, puedes pensar en la deuda kármica en el sentido de que las acciones pasadas afectan el presente. Para sentirte más realizado, debes hacer las paces con el pasado, ya sea confrontándolo directamente o tomar la decisión consciente de dejarlo ir y seguir adelante con la vida.