¿Cómo puedo lograr que un esqueje de magnolia eche raíces?

Las flores son el centro de atención de los árboles de magnolia.

La magnolia de Campbell, cuyo nombre científico es Magnolia campbellii, es un árbol perenne que crece en los estados del sur de Estados Unidos. Sus grandes hojas brillantes son hermosas, pero las flores son el centro de atención. Son magníficas, crecen en forma de vaso y pueden tener entre 3 y 5 pulgadas (7,5 y 12,5 cm) de largo y entre 3 y 4 pulgadas (7,5 y 10 cm) de ancho. La M. soulangeana, otra variedad híbrida muy popular, tiene abundantes flores blanco crema con matices púrpura. Ambas plantas prefieren el clima cálido y echarán raíces a partir de esquejes.

Cómo recolectar los esquejes

Busca los nuevos crecimientos del árbol en julio. Procura encontrar los crecimientos de este año, que serán ramas verdes con más posibilidades de desarrollar raíces. Busca brotes que tengan al menos tres nodos y córtalos. No les quitas las hojas y conserva los extremos húmedos hasta que estés listo para comenzar a trabajar. Reúne unos 6 esquejes para asegurarte de que al menos uno eche raíces.

Cómo preparar los esquejes

Coloca los esquejes en el fregadero y cúbrelos con agua para asegurarte de que permanezcan húmedos mientras los preparas para que desarrollen raíces. Realiza un corte vertical de 1,5 pulgada (3,8 cm) en la base de los esquejes y vuélvelos a colocar en agua. Sumerge los esquejes en hormonas para el crecimiento de raíces a la altura del corte vertical y entiérralos en macetas que contengan partes iguales de arena y musgo de turba. Puedes hacer los hoyos con un lápiz para que este paso te resulte más sencillo. Humedece la tierra y coloca las macetas con los esquejes en bolsas plásticas.

Planta los esquejes enraizados

Planta los esquejes enraizados la siguiente primavera para que tengan la posibilidad de desarrollar un buen sistema de raíces. Prepara un hoyo más grande que la maceta y agrega un poco de humus y musgo de turba para lograr un buen lecho para la magnolia. Coloca la planta en el hoyo y apisona ligeramente la tierra que la rodea. Mantén la tierra húmeda y libre de malezas durante el primer año. El árbol crecerá varias pulgadas y seguirá haciéndolo hasta lograr un cepellón saludable.

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