Step 1

Añade sal para remediar el sabor amargo en los platos salados. Por ejemplo, una salsa de limón y alcaparras demasiado amargas pueden tener el sabor correcto con una o dos pizcas de sal. Añade sal gradualmente hasta que el sabor amargo se disipe y evita salar de más.

Step 2

Calienta los platos que están fríos o a temperatura ambiente. Si calientas un plato hasta que se sienta cálido en la boca, no sentirás tanto su amargor. Esta es la razón por la cual ciertos vegetales y bebidas amargas, como mostaza parda y café, usualmente se sirven calientes.

Step 3

Procesa los líquidos en base a limón en una licuadora poderosa para moler las piezas de corteza blanca, o exprime limones en un exprimidor. Las porciones grandes de corteza blanca en el jugo o limonada son amargos y desagradables, pero licuar la corteza en la bebida puede arreglar el problema. La escritora de la salud Leslie Kenton recomienda añadir a propósito corteza blanca en las bebidas con jugo ya que cuando la corteza se mezcla con el jugo se obtiene una bebida sabrosa con textura cremosa y rica en flavonoides saludables.

Step 4

Hierve la preparación a fuego lento por más tiempo para disipar el amargor. Los platos preparados con limones enteros, como mermeladas, compotas de frutas y conservas de limones rápidas, usualmente requieren un período de hervor a fuego lento más largo para lograr que la corteza blanca se deshaga y suavice por completo. Sé paciente y hierve la preparación a fuego lento hasta que el amargor se disipe, añade agua cuando sea necesario.