La receta de lejía, azúcar y cítrico

Mezcla 1 cucharaditade azúcar, 1 de lejía y 2 de jugo de limón o lima en 1 cuarto (0,94 l) de agua tibia. Coloca las flores en esta solución de modo tal que los tallos estén metidos en ella por 5 a 6 pulgadas (12,5 a 15 cm). Cambia la solución cada varios días.

Aspirina

El ácido salicílico de la aspirina ayuda a mantener las flores sanas. Agrega una aspirina pulverizada y una cucharadita de azúcar al agua de las flores. Cambia el agua cada dos días.

Soda

Vierte 1/4 de taza de bebida cola en el agua de las flores. No uses cola dietética. El azúcar alimenta a las flores. Renueva el agua diariamente.

Solución de azúcar y vinagre

Disuelve 3 cucharadas de azúcar en 1 cuarto (0,94 l) de agua tibia. Agrega 2 cucharadas de vinagre blanco. Dobla las cantidades si tu florero es grande; divede por 2 si es pequeño. Sumerge los tallos en la solución de 5 pulgadas (12,5 cm). El azúcar alimenta a las flores y el vinagre inhibe las bacterias. Renueva la solución cada cuatro días.

Más consejos para las flores cortadas

Quita las hojas de la parte inferior de los tallos. Las hojas que se pudren en el agua y producen gas etileno matan a las flores. Prepara los tallos cortándolos diagonalmente entre 1/2 a 1 pulgada (1,2 a 2,5 cm) del extremo bajo. Usa un cuchillo afilado para partir el tallo una pulgada (2,5 cm). Rocía a las flores diariamente con agua y mantenlas fuera de la luz directa del sol. Si rocías la parte de atrás de las hojas y las flores con laca de pelo durarán más. Para estabilizar a los tallos doblados o rotos, toma un sorbete de plástico y con cuidado pártelo al medio longitudinalmente. Con cuidado coloca el sorbete alrededor de el tallo, en donde actuará como una tablilla que enderezará a la flor.