Necrosis apical

La necrosis apical generalmente se manifiesta como un punto empapado o oscuro en la base de los tomates. Puede ser pequeños o amplios, pero los puntos pueden consumir un gran porcentaje de la fruta en desarrollo. Eventualmente, los pequeños puntos se transformarán en lesiones marrones oscuras o negras. La fruta es segura de comer si las partes negras se cortan antes de consumirse.

Causas

La necrosis apical no es una enfermedad de las plantas de tomate. Es un síntoma de la deficiencia de calcio. Debido a que la disponibilidad del calcio dentro de la planta de tomate es limitada, las fluctuaciones en el agua dentro de las células impide que los frutos se formen apropiadamente. Otras causas que pueden originar la deficiencia de calcio en las plantas de tomate pueden ser la elevada acidez del suelo o el riego excesivo.

Prevención

La evaluación de los niveles de pH del suelo y el riego adecuado son las mejores formas de prevenir la necrosis apical. Las plantas de tomate necesitan alrededor de 1,5 pulgadas (3,8 cm) de agua por semana mientras producen frutos. El mantillo en las plantas de tomate ayuda a mantener estables los niveles de humedad. Mantén los niveles de pH entre 6 y 6,5; la lima puede ser utilizada para reducir el pH del lecho de los tomates, pero espera dos a cuatro meses para que actúe totalmente.

Cloruro de calcio

La necrosis apical no se puede revertir una vez que apareció, pero si la detectas de manera temprana, puedes complementar a las plantas de tomate afectadas con cloruro de calcio para ayudar a revertir el problema. Remueve violentamente los frutos afectados antes de atomizar una mezcla de 4 cucharadas de cloruro de calcio o nitrato de calcio y 1 galón de agua (3,79 l). Solo utiliza cloruro de calcio cuando las temperaturas en el día se encuentran por debajo de los 85 grados Fahrenheit (29 grados Celsius). En climas cálidos, utiliza nitrato de calcio, ya que es menos probable que queme las plantas cuando las temperaturas aumentan.