Definición de deuda saldada

Cuando tu deuda es saldada por una corte de bancarrota, legalmente no tienes que pagarla nuevamente. Cuando tu deuda es saldada, tus acreedores no pueden seguir intentando cobrarte el dinero, ni por acciones legales ni contactándote por teléfono, cartas, personalmente o mediante agencias de recaudación. Sin embargo, tu bancarrota y las deudas saldadas aparecerán en tu informe de crédito durante 10 años, y eso puede afectar tu capacidad de obtener nuevas cuentas de crédito.

Deuda que no es saldada

Existen algunos tipos de deudas que están exceptuadas de las órdenes de ser saldadas. En general, estas incluyen apoyo a los niños y pensión alimenticia, ciertas deudas de impuestos, préstamos federales para estudiantes, multas y penalidades debidas al gobierno y ciertos condominios o tarifas de cooperativas de viviendas. Si debes multas o penalidades al gobierno, incluyendo multas por conducir bajo influencia, aquellas deudas tampoco son saldadas. Las deudas que pueden ser saldadas varían de acuerdo al tipo de presentación de bancarrota. Tú eres responsable de pagar cualquier deuda que no es saldada por tu presentación de bancarrota. Además, si había cargas contra tu propiedad que no fueron tornadas inejecutables por la corte de bancarrota, tienes que pagar nuevamente esa deuda, o arriesgar perder la propiedad.

Condición de saldado

La corte emite un aviso a tus acreedores notificándoles que tus deudas han sido saldadas y que futuros intentos de cobrarlas son ilegales. Habitualmente se les da a los acreedores la oportunidad de protestar que se salde la deuda, pero ellos deben probar que fue algo fraudulento. En algunos tipos de presentaciones de bancarrota, puede serte requerido completar un curso en gerenciamiento financiero o un plan de pago antes de que tus deudas sean saldadas. Dependiendo del tipo de presentación de bancarrota, las órdenes de saldar la deuda son emitidas entre cuatro meses a cuatro años luego de que iniciaste la presentación.

Revocando las órdenes de saldar la deuda

Aunque las órdenes de saldado de deuda son permanentes, pueden ser revocadas si la corte descubre que cometiste fraude en la presentación de la bancarrota. Las órdenes de saldado pueden ser revocadas si no brindas documentos u otra información que la corte requiera durante una audiencia de tu caso o si la corte descubre que evitaste informar adecuadamente propiedades o fondos en tu presentación.