Cómo hacer un terrario desértico

Un terrario es un contenedor cerrado o semi cerrado de plantas que son altamente compatibles con las demás. Los terrarios desérticos son fáciles de mantener porque las plantas utilizadas en ellos necesitan poca agua. Además, permiten que uses accesorios creativos, como lagartos falsos y piedras coloridas. Como las plantas del desierto requieren tan poca agua, debes ordenar tu terrario de forma específica de manera que les otorgues el ambiente adecuado.

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Alínea el fondo de tu contenedor terracota con una o dos tazas de guijarros para facilitar el drenaje; debe haber al menos una pulgada de material de drenaje en el fondo del contenedor. Necesitarás más guijarros (hasta 3 pulgadas de profundidad) para contenedores más grandes.

Coloca una capa de 1/2 o 1 pulgada de carbón vegetal sobre el material de drenaje. El carbón vegetal ayuda a neutralizar el olor de cualquier materia en descomposición que se encuentren en la tierra a medida que las plantas crecen.

Coloca una pulgada de musgo Sphagnum sobre el carbón. El musgo hace que la tierra y la arena no se deslicen hacia la capa del drenaje. Sin embargo, sé consciente de que el musgo retendrá humedad, haciendo innecesario regar al mismo grado que si no hubiera musgo. Si ves que tu terrario desértico se mantiene muy húmedo, incluso con mínimo riego, omite el musgo Sphagnum y, en su lugar, coloca una fina protección sobre el carbón.

Llena aproximadamente la mitad del contenedor con tierra para macetas. La tierra deberá tener arena mezclada en ella, pero asegúrate de no utilizar arena de playa, ya que contiene demasiados contaminantes que pueden dañar a las plantas.

Coloca las piedras que desees que formen parte de la decoración del terrario sobresaliendo de la tierra.

Llena el terrario casi en su totalidad con tierra.

Coloca una capa de una pulgada de arena sobre la tierra.

Cava hoyos en la tierra del terrario y capas de arena para plantar las plantas. Coloca las plantas más altas en la parte trasera si verás el terrario sólo desde un lado. Pon las plantas más altas en el medio si podrás verlo desde cualquier lado.

Riega tus plantas con poca agua para ayudar a que la tierra se establezca alrededor de las raíces.

Agrega accesorios de acabado, como ranas, bichos o escorpiones falsos.

Posiciona el terrario en su locación final. Si el terrario será cerrado coloca la tapa de vidrio o plástico sobre el contenedor terracota.

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