Step 1

Elige las plantas que usarás para hacer tu tinta casera. Ten en cuenta que cuanto más brillantes sean los colores de la planta que uses, más intenso será el color de la tinta.

Step 2

Toma la tabla de cortar y pica finamente las plantas con un cuchillo afilado. Divide las plantas en distintos platos de papel de acuerdo con su color. Por ejemplo, mantén las hojas verdes separadas de las moras o de los pétalos de flores púrpura.

Step 3

Coloca uno de los conjuntos de plantas en una cacerola. Llena la cacerola con suficiente agua para cubrir las plantas. Lleva la mezcla a un hervor sobre la estufa, baja el fuego y deja cocinar a fuego lento durante 15 minutos.

Step 4

Quita la cacerola del fuego y ponla en un salvamanteles para que se enfríe. Coloca un colador de metal sobre un tazón y vierte la solución de las plantas en el mismo, permitiendo que la tinta de colores fluya hacia el tazón.

Step 5

Añade una cucharadita de sal y una de vinagre en el tazón con tinta. El vinagre ayudará a que la tinta retenga su color y la sal la preservará para que no adquiera moho al almacenarla. Revuelve para distribuir los ingredientes en forma homogénea. Vierte la tinta en un frasco de alimentos para bebé y asegura la tapa.

Step 6

Sigue el mismo procedimiento con las otras plantas de colores. Almacena la tinta en un lugar fresco y seco, hasta que estés listo para usarlas.