Apariencia

La gran Manta birostris puede llegar hasta los 25 pies de largo (762 cm) y pesar hasta 4000 libras (1814 kg). La Mobula diabolis que es más pequeña usualmente mide cerca de 2 pies de ancho (60,96 cm). Ambas comparten ciertas características físicas básicas. Al igual que los tiburones, todas éstas tienen esqueletos hechos de cartílago en lugar de hueso. Unas amplias aletas alimentarias se extienden hacia afuera de cada lado de la amplia boca de la manta. Estas criaturas se mueven a través del agua agitando sus largas aletas pectorales parecidas a alas, y tienen un movimiento elegante que recuerda a las aves en vuelo. A diferencia de otras rayas, la cola larga y terminada en punta de la mantarraya no contiene un aguijón venenoso. Estos animales son oscuros en la parte superior y tienen vientres pálidos.

Hábitat

A las mantarrayas les gusta planear a lo largo de la superficie de las aguas cálidas tropicales. Puedes divisarlas nadando alrededor de los arrecifes de coral de las costas de California, Hawái, Australia, Brasil y Mozambique. Éstas pueden habitar profundidades de hasta 40 pies (1219 cm). La manta birostris tiene un patrón de migración más amplio y tiende a pasar más tiempo adentrada en el mar abierto que su pariente más pequeña. La Mobula diabolis prefiere permanecer más cerca de las costas. La única área en la que se tiene conocimiento que ambas mantarrayas se congregan, es cerca de los arrecifes de coral de la costa de Mozambique.

Características

Las mantarrayas son criaturas muy inteligentes con grandes cerebros. A pesar de su tamaño intimidatorio, la Manta birostris no es agresiva. Ambas pueden nadar a altas velocidades y saltar fuera del agua con habilidad casi acrobática. Estos animales son filtradores. Los mismos usan sus aletas alimentarias para introducir plancton y pequeños peces en sus bocas. También tienen una tasa reproductiva baja, producen solo una cría o dos al año.

Conservación

Debido a sus bajas tasas reproductivas, el Sindicato Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha declarado a las mantarrayas como casi al punto de estar amenazadas. Éstas tienen unos cuantos depredadores naturales y los humanos representan la amenaza principal. A menudo, mueren por colisiones con botes o por verse enredadas en redes de pesca. Dichos animales también se ven afectados por la polución del agua. La mayoría de los esfuerzos para proteger su hábitat se enfocan en mantener las aguas que habitan libres de ésta.