Cómo cultivar una planta de tulsi

También conocida como albahaca morada, esta hierba es nativa de la India. Algunas personas utilizan esta planta en forma medicinal, para reforzar el sistema inmunológico y en el hinduismo se considera sagrada. Si bien el Tulsi es una planta perenne en las regiones tropicales, la gente la cultiva como planta anual, manteniéndola en el interior durante el invierno. Es pariente cercana de la albahaca que se usa comúnmente en la cocina occidental. Tiene hojas aromáticas redondeadas y racimos de flores violetas y azules que crecen en forma vertical. Si no la podas, esta planta alcanzará de tres a cinco pies de altura.

Llena una bandeja con tierra orgánica que tenga un pH de 5.5 a 6.5, ya que el tulsi necesita un suelo ligeramente acídico. Asegúrate de que tenga agujeros de drenaje.

Esparce las semillas de tulsi sobre el suelo. Presiónalas firmemente para hundirlas bajo la superficie, pero no las plantes muy profundo. Cúbrelas con una fina capa de tierra.

Rocía a las semillas con una fina capa de agua sólo para humedecer el suelo. No le eches demasiada ya que esta última se llevará las semillas.

Cubre la bandeja con una envoltura plástica o una tapa de plástico. Limpia a diario la condensación que se forma en la parte interior de estos últimos. Deja una abertura en la tapa o haz agujeros en la envoltura para promover la circulación de aire.

Ubica la bandeja de las semillas en un área cálida, como una habitación soleada o cerca de una ventana grande orientada hacia el sur. Las semillas crecerán mejor con temperaturas de 65 a 70 grados Fahrenheit. Estas deberían germinar en una o dos semanas.

Una vez que las semillas germinaron, quita el envoltorio de plástico o la tapa. Coloca la bandeja en una zona donde reciba al menos tres horas de sol a diario. Mantén el suelo húmedo para que las plantas no se resequen.

Trasplanta los almácigos una vez que tengan tres hojas. Planta las semillas en una maceta, en el alféizar de una ventana o directamente en el jardín. Deja uno o dos pies de espacio entre las plantas. Si las colocas en el jardín, búscales una zona que reciba sombra durante la tarde.

Alimenta a tus plantas con un fertilizante orgánico líquido de uso múltiple. Riégalas después de aplicarlo.

Riega a menudo tus plantas para mantener el suelo húmedo. No le eches demasiada agua para que ésta no se estanque.

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