Cómo convertir leche en leche en polvo

Elaborar leche en polvo es un proceso complejo.

Container of milk. Plastic milk bottle image by L. Shat from Fotolia.com

Elaborar leche en polvo es un proceso muy complejo, y se debe realizar en una lechería, con el equipamiento y las instalaciones adecuadas. Sin embargo, si quieres elaborar leche en polvo, tienes que estar dispuesto a gastar mucho dinero en una serie de máquinas costosas y realizar varios experimentos de prueba y error. También tendrás que trabajar junto con técnicos capacitados para usar cámaras de vacío y columnas de secado. Elaborar leche en polvo requiere mucha concentración, ya que es un proceso preciso. Una vez que hayas dominado la técnica, podrás usar la leche en polvo que elaboraste para espesar yogures o para almacenarla durante largos períodos sin necesidad de refrigeración.

Step 1

Calcula la cantidad de leche que deseas convertir en leche en polvo; sería ideal comenzar con un mínimo de 10 galones (38 litros). Vierte la leche en la cacerola de la cámara de vacío; déjala en la cámara hasta que un tercio del líquido se haya evaporado y el 50 por ciento de la leche tenga una consistencia sólida. Comprueba este proceso cada 15 minutos.

Step 2

Mantén el calor en 135 grados Fahrenheit (57 grados Celsius) o menos. Una temperatura más alta hará que la leche tenga un sabor extraño; esto se debe a que el fuego quema la leche y daña sus proteínas.

Step 3

Retira la leche evaporado de la cámara de vacío y viértela en el cilindro de la columna de secado. Cierra el cilindro y tápalo con la boquilla de pulverización.

Step 4

Inserta el cilindro que contienen leche evaporada dentro de la columna de secado y elévalo a una altura completa de 22 pisos con la ayuda de los controles.

Step 5

Calienta el aire en la parte superior de la columna de secado a 400 grados Fahrenheit (204 grados Celsius).

Step 6

Rocía la leche evaporada a través de la boquilla con la ayuda de los controles. La leche se calentará a medida que mueve en forma de remolino a través de la columna y se seca de inmediato. El aire se enfría a 250 grados Fahrenheit (121 grados Celsius), aproximadamente, a medida que cae. Como resultado quedarán partículas de leche en polvo, que provienen de la leche evaporada, que luego podrás recolectar y almacenar.

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