Cómo hacer que un hijo deje las drogas

Es uno de los miedos más profundos de cualquier padre. Este tema muchas veces se evita porque la gente no sabe como lidiar con él. Otras veces se trata incorrectamente y el adicto se hunde aún más en las drogas como una forma de rebelarse. Uno debe tratar cuidadosamente a los adolescentes (e incluso a los adultos) que prueban y continúan abusando de las drogas. No es un tema sencillo de abordar, y la tarea de eliminar las drogas es, cuanto menos, difícil.

Step 1

Debes tener en cuenta que hay muchos factores o motivos detrás de la adicción a las drogas. Presión de su grupo de pares, baja autoestima y enfermedad son todas razones posibles. Deshacerse de las drogas es una idea grandiosa pero, como en cualquier enfermedad, la adicción regresará si no te encargas del motivo. Habla con tu hijo y averigua qué le molesta. Quizás no quiera decirte o esté muy asustado para contarte. No pretendas que te cuente todos sus pensamientos más íntimos si no sueles tener ese tipo de charlas con él. Puede llevar tiempo ganar su confianza. Si ya tienes una buena relación, busca señales visibles.

Step 2

Ver las señales es difícil a no ser que sepas qué estás buscando. ¿Tu hijo tiene muchos amigos? ¿Sus calificaciones han cambiado de alguna manera? ¿Parece tener dinero extra pero no trabaja? ¿Cuáles son sus hábitos alimenticios? ¿Cambiaron sus intereses? ¿Cuáles son sus hábitos de sueño? ¿Es temperamental y brusco con sus amigos o el resto de la familia?

Step 3

No acuses. Si quieres ganarte la confianza de un hijo, no empieces a acusarlo a él ni a sus amigos de que se drogarse. Puedes conseguir esa información indirectamente. Habla con él. Hazle saber que te importa. Pregúntale acerca de algunos de los cambios que has observado. Él actuará distante. Es un mecanismo de defensa. No lo presiones. Cuanto más presiones, más reacio estará a hablar. Necesitas escuchar lo que dice y cómo lo dice. Si dice algo que te suena raro, dile que entre en detalles.

Step 4

Recuerda que no podrás hacer nada hasta que él admita que tiene un problema. Si no piensa que hay algo malo, tendrás que encontrar otras maneras de convencerlo. Sermonearlo y amenazarlo no será de mucha ayuda y probablemente hará que se aleje más. Es un proceso lento y a veces tendrás que esperar el momento oportuno.

Step 5

Investiga por tu cuenta. Con el tiempo te irás enterando de cosas. Averigua dónde pasa el tiempo tu hijo y qué hacen sus amigos. Dile que invite a sus amigos a tu casa para conocerlos. Consigue la mayor cantidad de información que puedas antes de confrontarlos. Las señales muchas veces está a la vista. Las apariencias externas pueden cambiar, como también el humor y el comportamiento.

Step 6

Si notas que las cosas están fuera de tu alcance o hay algo que no puedes manejar, llama a un consejero. Recuerda que esto puede implicar llevar a tu hijo a la clínica de rehabilitación por un tiempo y es algo que no recibirá con mucho entusiasmo. Prepárate para los ataques de furia. No trates de lidiar con esta situación tú solo. Hay grupos AA (Alcohólicos Anónimos) y NA (Narcóticos Anónimos) que pueden ayudarte. Consigue a un profesional calificado cuando te sientas abrumado.

Step 7

Prepárate para un trabajo duro. Cuando uno deja las drogas, hay efectos secundarios y síndrome de abstinencia. Convulsiones, arranques de ira, náuseas, vómitos y diarrea (entre otras cosas desagradables) pueden durar desde pocas horas hasta algunos días, dependiendo de la gravedad de la adicción. Tu hijo te rogará y te implorará que le des drogas para ayudarlo. No puedes rendirte. Nuevamente, si este tipo de situación es demasiado abrumadora, busca ayuda profesional. A veces será necesario hospitalizarlo durante la abstinencia.

Step 8

Sé compasivo. Haz que tu hijo sepa cuánto lo amas y cuánto te importa y que estás haciendo todo lo que puedes para ayudarlo. Los sentimientos de ira que te transmiten son efectos secundarios de las drogas. No te ofendas. Que estés ahí para él es vital para salir adelante. Incluso si te mantienes a distancia pero vigilas, él sabrá que estás ahí. Encuentra maneras de hacerle saber cómo te sientes. Si está en rehabilitación quizás no tenga permitido el contacto con la familia por un corto período de tiempo. Escríbele cartas, haz lo que puedas para hacerle notar que le preocupas y que estás ahí.

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