Como evitar rebotar mientras montas a caballo

Horas de práctica te ayudan a desarrollar tu asiento.

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Cuando los jinetes hablan de la habilidad de cabalgar sin rebotar, utilizan el término "asiento". Un jinete con un buen asiento se sienta profundamente en la silla y le permite a su espalda baja y su trasero moverse con el caballo. Su espalda inferior absorbe el impacto del movimiento del caballo. Un jinete con un asiento pobre está duro e incómodo, y pasa mucho tiempo rebotando. La única cura real para un asiento pobre es mucha práctica, pero hay consejos y ejercicios que te ayudarán.

Step 1

Piernas diagonales moviendose juntas al trote.

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Conoce los andares. La mayoría de los caballos tienen cuatro andares: paso, trote (jog), medio galope (lope) y galope. Al montar, práctica contar las pisadas en voz alta para memorizar los andares. La caminata es una marcha de cuatro tiempos, es decir, que un conductor puede escuchar y sentir un claro 1-2-3-4 1-2-3-4. El trote es una marcha de dos tiempos. El caballo mueve sus piernas en dos pares diagonales. Mientras montas puedes contar 1-2 1-2. El medio galope es una marcha de tres tiempos. El tiempo del medio galope golpea suena como 1-2-3-pausa, 1-2-3 pausa. El galope es una extensión del medio galope, con cuatro tiempos y una pausa: 1-2-3-4 pausa, 1-2-3-4 pausa . Al comprender los andares de tu caballo, sabrás cuándo tus piernas golpearán el suelo y puedes quedarte blando para el impacto.

Step 2

Sentando el medio galope.

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Relájate. La tensión puede ser una espiral descendente desagradable para un caballo y un jinete. La tensión hace que tu espalda se ponga rígida y te haga rebotar. La tensión también está comunicada con tu caballo. Cuando tu caballo esté tenso, su espalda se aplana y su cabeza se eleva, haciendo más difícil sentarse. A medida que rebotas más, te pones más nervioso y el caballo se vuelve más difícil de manejar. Si estás nervioso acerca de montar, intenta cambiar por lo que estás nervioso. Si te molestan las cabalgatas, practica tu asiento en la arena. Si un caballo en particular te pone nervioso por su comportamiento, práctica tu asiento en un caballo de confianza. Una vez más, un buen asiento puede tomar horas y horas de práctica.

Step 3

Practica con un caballo de confianza.

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Trabaja en la zona lumbar y la posición de la pelvis. Durante la equitación, céntrate en relajar la zona lumbar, lo que te permitirá absorber el impacto. Inclina la pelvis hacia adelante un poco, usando los mismos músculos abdominales que utilizas para hacer sentadillas; luego relájate. En lugar de sentarte en los huesos de tu asiento, trata de sentarte en los bolsillos de tus pantalones vaqueros, mientras estés en la silla.

Step 4

La tensión se traspasa al caballo.

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Practica una buena posición de la pelvis, mientras estés fuera de la silla de montar. Simplemente ponte de pie, con los pies separados por la anchura de los hombros. Luego inclina la pelvis hacia adelante; casi te debes sentir como si estuvieras haciendo una contracción abdominal.

Step 5

Montar sin montura.

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Toma algunas lecciones sobre la estocada. Haz que un experimentado jinete controle tu caballo desde el suelo usando una línea de acometida, mientras montas al caballo en un gran círculo alrededor de él. Esto te permitirá relajarse y trabajar en tu asiento sin tener que controlar al caballo. Obtén ayuda de un entrenador bueno para hacer ejercicios de línea de acometida -montar sin estribos y sin manos, o montar sin montura, por ejemplo- para mejorar tu asiento.

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