Vestido típico latinoamericano

Los colores brillantes y las siluetas delgadas son típicos de los estilos latinoamericanos.

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El vestido típico latinoamericano actual tiene la influencia de la mezcla de tradiciones que pasan de una generación a otra. En general, la ropa latina moderna diaria se caracteriza por su énfasis en el color y el corte tanto en moda masculina como femenina. El uso de colores lisos como el negro, el rojo, el naranja y el azul brillante es básico en la ropa de mujeres, junto con adornos como flecos y bordados. Para los hombres, son comunes las camisas ajustadas y los pantalones de corte estrecho.

Piezas clave

El vestido típico latinoamericano incluye varias piezas clave que tienen importancia cultural e histórica. Por ejemplo, el poncho, un cuadrado de tela con una abertura en el centro para la cabeza, tiene su origen en las culturas indígenas de América Central y del Sur y se dice que es el precursor de las capas o los mantos de la Era victoriana. La chaqueta bolero, una chaqueta corta históricamente hecha de seda, terciopelo o lana con detalles bordados y botones de plata, tiene sus orígenes en la chaqueta a la cintura usada por los pastores de ganado. Las faldas de Tango, que tienen una abertura en el frente para permitir el movimiento y a menudo tienen capas de volantes sencillos, se desarrollaron con el baile del tango, originado en Argentina. Otra prenda típica de América Latina usada hoy incluye la blusa campesina, que se dice que tiene su origen en México a principios del siglo XVII y el chal o mantilla, que lo usaban las mujeres españolas para cubrir su cabeza durante la Edad Media.

Estilos femeninos

Normalmente, la forma en la que visten hoy las latinoamericanas depende del país de origen. En Ecuador, las mujeres usan tops ajustados, pantalones y jeans. Los vestidos y las faldas no son comunes entre las mujeres urbanas, pero en los pueblos costeros, las piernas desnudas abundan. En Bolivia y Perú, las mujeres jóvenes visten con mucho estilo con faldas cortas y tops sin mangas, pero en zonas periféricas, se viste de forma más conservadora. En Buenos Aires, Argentina, las mujeres de negocios generalmente llevan faldas sastre o trajes pantalón en colores lisos apagados y en tonos tierras. En El Salvador, las muejres prefieren las faldas largas y las blusas con mangas.

Estilso masculinos

La ropa de los hombres latinoamericanos tiende a ser más ajustada y colorida que las de sus iguales ingleses. Las camisas generalmente son ajustadas y se llevan en una gran variedad de colores, incluso rosa. Los jeans y los pantalones también son de corte estrecho para acentuar la forma del cuerpo.

Influencia de Estados Unidos

Los Estados Unidos expresaron su interés en los estilos del mundo latino alrededor de 1910 cuando los diseñadores textiles en Nueva York miraron hacia América latina para inspirarse. Latinoamérica tomó relevancia durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la ocupación europea por parte de los Nazis interrumpió la influencia francesa sobre los diseñadores estadounidenses. En los años siguientes a la guerra, los diseñadores de moda latina invadieron Estados Unidos, llevando con ellos la tendencia latinoamericana por los escotes profundos, las faldas con volantes y las blusas campesinas.

Vestidos tradicionales

Los países de América central y América del sur, incluyendo México, Brasil y Haití son los lugares de nacimiento de muchas modas latinoamericanas contemporáneas. En los países que una vez formaron el Imperio incaico (Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y parte del norte argentino), la ropa de la gente rica o socialmente destacada estaba adornada con bordados, plumas, cuentas y discos de oro y plata. Después de la conquista española, alrededor el año 1532, los hombres nativos de clase alta usaban una combinación de ropa incaica y española: túnicas a la altura de la rodilla y pantalones de montar ajustados a la rodilla. En la ciudad mexicana de Guanajuato, la ropa tradicional femenina consistía en 4 faldas decoradas con volantes, trenzas y lazos, colocadas en capas una encima de la otra. La parte posterior de la falda tenía una cola, un toque del vestido flamenco usado por las mujeres españolas. Con sus faldas, las mujeres usaban blusas campesinas sin mangas con cuellos bordados y chales con cuentas.

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