20 maneras de cocinar manzana
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Las más comunes son las rojas, las verdes y las amarillas. Son útiles tanto en postres como en recetas de bajas calorías o agridulces. En Latinoamérica, las manzanas tienen sus centros más importantes de producción hacia el Sur de Chile y Argentina. A continuación conocerás 20 formas de incluir manzana en tus comidas.
Overview
Manzanas al horno
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Se trata de un postre sencillo de preparar, rico y liviano. Los expertos en cocina recomiendan utilizar la manzana verde, por su sabor más ácido. Se llevan muy bien con vino Marsala y, una vez frías, con un copo de crema si quieres sumarle algunas calorías. El toque especial lo aporta la canela.
Dulce de manzana
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Para esta opción también se sugiere usar la variedad de manzana verde por su sabor. Sin embargo, también es buena idea incorporar la amarilla por su textura más arenosa. Por cada kilo de frutas que incorpores, deberás calcular medio de azúcar. Si no te agrada que queden trozos de fruta en la mermelada, lo mejor será procesarla antes de iniciar la cocción.
Manzanas con caramelo
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En algunos países son famosas por ofrecerse en las plazas y parques. Los niños mueren por ellas. Si quieres hacerlas en casa, procura que la manzana sea roja, fresca y no arenosa, sino con abundante jugo. Se bañan en una olla con abundante caramelo y luego pueden cubrirse con pop corn o con confites.
Puré
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Es especial para acompañar platos con carnes, sobre todo de cerdo, donde predominan los sabores agridulces. Para hacerlo se utiliza únicamente la variedad de manzana verde. Antes de poner a hervir la fruta es importante quitarle toda la cáscara y las semillas para que la consistencia del puré sea suave. Un buen agregado es el jengibre, que le dará un sabor especial.
Licuado
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En una licuadora, coloca las manzanas peladas, descarozadas y cortadas en cubos. Pueden ser de la variedad que desees. Luego, agrégales azúcar, limón y agua. Se sirve la preparación en un vaso alto con hielo picado. Si deseas puedes reemplazar el agua por leche y el limón por canela.
Muffins con manzana y miel
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Una vez que tienes lista la tradicional mezcla para los muffins (compuesta de azúcar, manteca, huevo, leche y harinas), debes agregarle tres cucharadas grandes de mile y manzana verde o roja cortada en trocitos pequeños. Algunas personas suelen agregarle también una manzana rallada para concentrar el sabor. Esta variedad de muffins es ideal para el té de la tarde.
Flan de manzana y banana
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Este flan con frutas es una opción sencilla para salir de la receta común, siempre acompañada por dulce de leche y crema. Y el mejor detalle es que se cocina en el microondas, sin necesidad de encender el horno. Primero, se cortan las frutas y se saltean con manteca en una sartén. Luego, se incorporan el resto de los ingredientes: azúcar, huevos, leche. Se lleva al microondas y se retira 12 minutos más tarde.
Torta "fácil"
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Si llegaron visitas de imprevisto pero tienes ganas de preparar algo casero para acompañar la merienda, esta opción es ideal. Seguro tendrás manzanas en la heladera. La masa se logra con un granulado con manteca, azúcar y harina; luego se cubre con las rodajas de frutas y se desparrama huevo batido con leche por encima. Se lleva al horno por media hora y ¡listo!
Torta invertida
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El nivel de dificultad de esta receta es un poco más elevado que la anterior, sin embargo, no te llevará más de una hora en la cocina. Debes usar un molde desmontable, cubrirlo con caramelo e ir colocando la preparación en capas, que luego será desmoldada: primero la manzana -roja, verde o amarilla- cortada en rodajas muy finas, luego la preparación con harina, huevo, leche y manteca. Por último se lleva al horno y una vez fría, se desmolda. Las manzanas acarameladas quedarán en la parte de arriba.
Licor
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Obtener un licor casero de manzanas, de sabor fresco y liviano para disfrutar después de las comidas, es mucho más sencillo de lo que crees. Sólo precisas medio litro de alcohol etílico, medio litro de agua, medio kilo de azúcar y seis manzanas verdes o rojas, según prefieras que sea más dulce o más agrio. Los ingredientes se dejan maserar durante diez o quince días, se envasan y se dejan reposar unas dos semanas más en heladera.
Buñuelos
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Especialidad de las abuelas, los buñuelos de frutas son un postre riquísimo y sano que nos hace recordar a las mejores épocas de nuestra infancia. Llevan huevo, harina, maicena, polvo de hornear, y, por supuesto, la manzana, que puede ser de cualquier variedad. Es indispensable batir bien los ingredientes. Luego se fríen en aceite caliente, dorándolos de ambos lados.
Tarta de queso y manzanas
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Con una crujiente capas de almendras tostadas y azúcar, esta tarta rellena de queso mantecoso y manzanas verdes es ideal para quienes aman lo agridulce. Su preparación no es difícil. Se trata de mezclar el queso cortado en dados con el huevo, azúcar, manteca, canela y triturar con una licuadora. Luego, esos ingredientes se vierten en un molde enmantecado, se cubren con láminas de manzanas y almendras y se lleva al horno.
Pan de manzana e higos
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Una variedad de pan casero que te servirá para deleitar a tus comensales es la que lleva frutas. En este caso, la combinación de higos y manzanas le aporta a la masa una humedad y un sabor exquisitos. El detalle: las frutas se incorporan antes de comenzar a amasar, junto con la harinas, el agua y el aceite o manteca, según prefieras. Por eso, es preferible no cortar el higo y la manzana demasiado pequeños, pues sino se desintegrarán en el proceso.
Mousse
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El mousse frutal siempre es una buena opción para el postre, en especial cuando el plato principal ha sido copioso. Para hacerlo en base a manzanas es necesario incorporar la fruta rallada junto a una pizca de jugo de limón, y no olvidarse de la gelatina sin sabor, que le aportará cuerpo a la preparación.
Strudel
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También llamado apfelstrudel, este postre proviene de la cocina tradicional de Austria y Alemania, pero se ha extendido por todo el mundo, adecuándose a los paladares de cada país. Básicamente consiste en una masa ojaldrada muy fina, cubierta con manzanas hechas compota o cortadas en láminas y acarameladas, y luego enrollada a modo de "canelón".
Helado de manzanas al agua
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Para días de bastante calor o para comer entre horas, el helado de manzanas es una receta bajas calorías y no muy complicada de lograr. Primero deben hervirse las manzanas con azúcar y jugo de limón, y una vez fría, la mezcla se tritura en la batidora y se cuela para quitar el jugo que sobra. La preparación se vierte en un recipiente de metal o vidrio y se lleva al freezer. De vez en cuando es conveniente remover, para que no se forme hielo entremedio de la mezcla. Se puede servir en forma de "bolas" con frutas frescas.
Cookies
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Estas galletas tienen como base un puré de manzanas, que luego se mezlca con los ingredientes habituales de las cookies: manteca, azúcar, harina común. Si quieres aportar un detalle, puedes elegir un cortador con formas divertidas, mucho más si las van a comer los niños. Y puedes agregarles frutas secas, como almendras y nueces.
Panqueques de manzana al rhum
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Se trata de un postre crujiente, suave y muy característico de países como Argentina. Para lograrlo debes volcar la clásica masa para panqueques en una sartén y cubrir con manzanas en rodajas, y luego completar con otro poco de mezcla. Se cocina de un lado y del otro, y luego se agrega caramelo y rhum. Ideal para servir con helado de crema americana.
Compota
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Rica y liviana, ideal para mezclar en el yoghurt junto con granola o para comer entre horas con un poco de canela espolvoreada. Simplemente debes hervir manzanas en trozos, en cualquiera de sus variedades, y dejarlas en el fuego hasta que estén bien blandas. Se come fría o al natural, pero es importante guardarla en un recipiente cerrado.
Gelatina con manzanas
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La manzana es una fruta ideal para darle más textura y sabor a la gelatina de siempre. Tienes que cortarla en trozos y pasarla por limón para que no se oxide. En el momento en que viertas la gelatina lista en un molde, le agregas la fruta. Luego, debes llevar la preparación a la heladera.
Créditos fotográficos
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