Step 1

Dobla un pasador en un ángulo recto a más o menos dos terceras partes desde la cabeza del pasador (la parte redondeada). Las dos puntas no conectadas deben quedar de forma perpendicular a la cabeza. Ésta será tu llave de tensión. Dobla el otro pasador, de manera que forme un ángulo recto en la cabeza, con un extremo situado de forma perpendicular al otro. Quita las puntas de goma de los extremos, si tu pasador tiene unas.

Step 2

Inserta el pasador que funge como llave de tensión en el ojo de la cerradura del candado y presiónalo contra la parte inferior del ojo. La parte superior del ojo de la cerradura es la parte donde los bordes dentados de la llave se insertarían; la parte inferior es el lado donde la parte lisa de la llave entra. Mantén en su sitio la llave de tensión, presionándola ligeramente con tu dedo índice mientras sostienes el candado con la mano derecha. Quizás debas ajustar el agarre algunas veces para aprender a mantenerte en la posición.

Step 3

Inserta el otro pasador en el agujero y con suavidad, frota las clavijas en el interior del candado, yendo de un lado a otro en una dirección y luego jala el pasador hacia afuera. Repite el proceso hasta escuchar un chasquido y que el candado se abra.