Telencéfalo

La parte frontal del cerebro se llama el telencéfalo. La información de los cinco sentidos se interpreta allí, y es también el lugar donde se produce el pensamiento. Los perros tienen grandes telencéfalos que hace a los oídos, la nariz y los ojos extraordinariamente sensibles. También es responsable de las personalidades indiscutibles de los perros, y sus comportamientos sociales avanzados.

Diencéfalo

Detrás del telencéfalo se encuentra el diencéfalo. La mayoría de las funciones básicas se controlan en esta parte del cerebro. La masticación, la respiración, el equilibrio y la recolección de información de los sentidos ocurren aquí. Esta parte del cerebro está muy avanzada en los perros, lo que contribuye a sus rápidos reflejos, agilidad y la agudeza de su oído.

Metencéfalo

Esta parte del cerebro está detrás del diencéfalo. Es responsable de las habilidades musculares finas y la regulación del flujo sanguíneo y la frecuencia del pulso, y es también el centro de recompensa del cerebro. Para los perros, esta parte del cerebro contribuye a su extraordinaria resistencia y vigor, y es la parte del cerebro responsable de su amor por el juego de buscar la pelota y a otros juegos.

Bulbo raquídeo

En la base del cerebro de un perro, donde se conecta a la médula espinal, hay una estructura conocida como el bulbo raquídeo. Aquí las funciones básicas que se dan sin pensar están reguladas. La digestión, el latido del corazón, la respiración, la deglución y los estornudos son controlados en esta área del cerebro. El bulbo raquídeo es la primera parte del cerebro que se desarrolla en los cachorros antes de nacer.

Cuerpo calloso

En el medio del cerebro de un perro se encuentra el cuerpo calloso. Esta es una pared de las células nerviosas que facilita la comunicación entre el lado izquierdo y derecho del telencéfalo y diencéfalo. Dependiendo de la raza de perro, el tamaño del cuerpo calloso y la velocidad a la que se permite que las mitades del cerebro interactúen pueden variar significativamente.