Step 1

Crea una solución adecuada que conduzca la electricidad. Los electrolitos comunes para anodizar titanio incluyen el fosfato de amonio, el bórax y el fosfato trisódico. El electrolito preciso que utilices no es importante, siempre y cuando no sea un cloruro, nitrato o sulfato. Estos compuestos producen vapores peligrosos y ácidos cuando se someten a la electricidad. Una concentración típica de una solución electrolítica es de unos 5 gramos de electrolito por litro de agua destilada. Llena un tanque de un material no conductor con una solución suficiente para cubrir la pieza de titanio.

Step 2

Utiliza un anodizador que pueda entregar una tensión precisa y constante de un rango de 25 a 120 voltios ya que esto determinará el color del titanio anodizado. Un anodizador consiste esencialmente en una batería, regulador de voltaje y el interruptor de potencia junto con otros componentes.

Step 3

Conecta el electrodo desde el terminal negativo de la batería a un trozo de metal que no se oxide con un par de pinzas. Sumerge la pieza de metal en la solución electrolítica de modo que la superficie sumergida de la pieza sea mayor que la de la pieza de titanio.

Step 4

Conecta el electrodo de la terminal positiva de la batería a la pieza de titanio con las pinzas de contacto de titanio. La pieza no debe tener aceites u otros contaminantes. Todas las partes del circuito de carga positiva que estén en contacto con la solución electrolítica deben estar hechas de titanio. Coloca la pieza de titanio en el tanque de anodización.

Step 5

Ajusta la perilla de tensión en el anodizador a la posición deseada y gira el anodizador sucesivamente. El tiempo requerido para completar el proceso dependerá de la corriente y el tamaño de la pieza de trabajo. Un color de bronce se produce en alrededor de 18 voltios, el color azul pálido requiere cerca de 50 voltios y un color verde brillante requiere alrededor de 110 voltios.