¿Cuándo no es apropiado usar perlas?
Goodshoot RF/Goodshoot/Getty Images
Las perlas son el pasaporte a la elegancia instantánea de una chica. Las verdaderas chicas de la preparatoria las usan en la sala de reuniones, en el dormitorio y en el salón de clases, dando un aire de derecho despreocupado a las buenas cosas de la vida: caviar, champagne y los autos conducidos por un chofer. Puedes usarlas en cuerdas largas, canalizar tu debutante interior con una hebra sola, e inclusive coordinarlas en color con tu bolso rosa Birkin. De todos modos no hay certezas nunca, en ciertos momentos usar perlas te llevará de verte como una chica a la moda a dar la sensación de ser rara.
La playa
Aclaremos un error de concepto común. Sí, las perlas vienen de las ostras, pero eso no siempre significa que deben volver a ser puestas en el océano. La sal y la arena erosionarán su capa externa (conocida como nácar) y las dejarán sin brillo. Además, las buenas perlas se usan en cuerdas, las cuales se descompondrán y arruinarán en contacto con el agua. Una regla antigua para el cuidado de las perlas finas es "lo último que se debe poner, lo primero que se debe quitar". Esta última parte implica que no deben estar en contacto con el pulverizador para cabello o perfume y la primera parte se aplica para cuando nadas en un océano o pileta.
El gimnasio
Hay chicas obsesionadas con las perlas que afirman que nunca se las quitan, pero usarlas en el gimnasio es como darte un ducha con la ropa puesta: demasiado de algo bueno. Las perlas en el gimnasio entran dentro de la categoría "demasiado", similar a usar mucho maquillaje en la playa. Sí se pueden usar para deportes como el badminton o el cricket, pero no para actividades en las que se transpira como triatlones o clases de spinning.
En el jardín
Aunque usar tus perlas muchas veces ayuda a mantenerlas lustrosas y brillantes, cortesía de tus aceites corporales naturales, no querrás transpirar sobre ellas o ensuciarlas. Para resumir: son apropiadas para una fiesta de té en el jardín o un casamiento de tarde, son inapropiadas para darle una vuelta a la pila de compost.
En una cita con tu amigo vegano
Si estás ansiosa con respecto a la cita con el vegano interesante que acabas de conocer, mejor pasa por alto las perlas. Ah, y las joyas corales, de piel o pelo de elefante. Quién sabe, pero quizás tu amigo es muy serio sobre su estilo de vida vegano y no le va a gustar tu hebra sedosa de perlas. Pasa que las ostras son matadas para cosechar las perlas, así que si estás buscando un romance, lucir tus perlas debe ser el mayor paso en falso.
Referencias
Sobre el autor
Kathleen Gasior has over five years of experience as an editor, reporter and columnist for a chain of weekly newspapers in Northern New Jersey including the "Warren Reporter," "Phillipsburg Free Press" and "Belvidere News." She has been writing for over 30 years. Gasior has a Bachelor of Social Work from Monmouth University and over 25 years field experience. Gasior is also trained in cosmetology.
Créditos fotográficos
Goodshoot RF/Goodshoot/Getty Images