Si el bebé, que estaba durmiendo, comienza a llorar cuando lo llevas a la habitación o en el momento que lo colocas en la cuna, lo estás moviendo demasiado pronto. Los bebés atraviesan etapas del sueño al igual que los adultos, aunque AskDrSears.com afirma que los ciclos de sueño de un bebé son más cortos, 50 a 60 minutos en promedio. Esperar a que la bebé llegue a la etapa de sueño profundo y moverlo lo menos posible ayudará a colocarlo en la cuna sin que se despierte.

Mece o alimenta al bebé en su habitación o en una habitación cercana. Si se mueve menos tiempo, las probabilidades de que se despierte son menores.

Siéntate en una silla de la que sea fácil levantarse si meces o alimentas al bebé para que se duerma. Si utilizas una silla o sofá más profundo, no te sientes atrás contra los almohadones si tienes problemas para levantarte. Siéntate cerca del borde y coloca almohadones detrás como apoyo.

Sostén al bebé con el mismo brazo que utilizas para acostarlo si lo meces para así no tener que cambiar de posición cuando te levantes. Si lo tienes con el otro brazo y se duerme mientras come, cámbialo al otro pecho y deja que coma un poco más antes de levantarte.

Levanta el brazo del bebé y déjalo caer suavemente. Si su brazo se cae de inmediato, tiene un sueño lo suficientemente profundo para que lo muevas sin molestarlo. Las bebés típicamente llegan a este estadio a los cinco minutos que se duermen, según AskDrSears.com.

Cuando lo acuestes, retira lentamente el brazo de abajo y luego apoya tu mano sobre él durante unos minutos antes de retirarte. Retirar abruptamente el contacto físico cuando lo acuestas puede hacerlo sobresaltar. Si le das la mamadera, deja la botella en su boca durante unos minutos después de acostarlo y luego retírala suavemente.