Componentes del abono

Al reciclar los sobrantes de comida se produce un fertilizante rico.

Martin Poole/Digital Vision/Getty Images

Los desechos de la poda y los sobrantes de comida representan cerca del 28 por ciento del total de los residuos sólidos municipales, de acuerdo a estadísticas publicadas por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Ambos son componentes principales del abono. Este no solo reduce la carga en los rellenos sanitarios locales, sino que también provee al hogar o negocio de un fertilizante rico en nutrientes para su uso en el jardín.

Nitrógeno

Los materiales frescos, como los recortes de césped, frutas y vegetales proveen nitrógeno, un nutriente esencia para la mayoría de las plantas. Los recortes de hojas frescas son otra fuente de materiales ricos en nitrógeno para el abono.

Carbono

Los materiales marrones o secos como las hojas, ramas, aserrín y astillas de madera proporcionan carbono que contrarrestra el nitrógeno para crear un suelo balanceado con todos los nutrientes que las plantas necesitan. Si agregas ramas asegúrate de cortarlas en pequeñas piezas para acelerar la descomposición. Si las que tienes son grandes o leñosas, usa un triturados de madera antes de agregarlas en tu abono.

Agua

Algo de humedad es esencial en el proceso de descomposición. Dependiendo de la humedad del ambiente y de tus materiales de abono, podrías precisar agregar agua a tu pila periódicamente. Idealmente una pila de abono debería ser tan húmeda como una esponja mojada.

Aire

El proceso de compostaje (generación del abono) se apoya en la descomposición aeróbica. Si la pila no tiene el aire suficiente, la bacteria anaeróbica y los demás microbios toman el control. La descomposición anaeróbica es la responsable los malos olores y la putrefacción. Si tu abono comienza a oler mal, usa un rastrillo para mezclar la pila y mover los materiales de los bordes al centro. Este proceso aireará la pila, alentando a la bacteria anaeróbica buena a prosperar y prevenir la descomposición anaeróbica.

Calor

Una colonia de bacterias activa genera calor a medida que descompone alimentos y el desperdicio del jardín convirtiéndolos en abono. Sin embargo, si la pila es demasiado pequeña, el calor se disipará rápidamente y la bacteria no sobrevivirá. Una pila de abono debería ser de al menos 36 por 36 (91,44 por 91,44 cm) pulgadas para retener este calor. En climas fríos, deberías protegerla con una lona u otra cobertura. Una pila más pequeña puede ser exitosa si se la maneja cuidadosamente.

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