Monta el manto y el marco de la chimenea según las instrucciones del fabricante. El montaje es sencillo y solo necesitas un taladro eléctrico, un destornillador y un nivel. Localiza por lo menos un tornillo utilizando tu buscador y fija el manto a la chimenea con los tornillos y tu taladro eléctrico. Si no estás colocando un manto nuevo que imita a la piedra sobre el ya existente, debes primero lijarlo utilizando una lijadora eléctrica y una lija fina.

Mide la malla metálica para que quepa en el manto y el marco. Fíjala a ambos utilizando una grapadora eléctrica resistente cada 10 a 12 pulgadas utilizando más alrededor del perímetro.

Crea un patrón en el suelo o en una superficie plana con los fragmentos de piedra falsa. Mide el área del piso que cumpla con las dimensiones del manto y del marco de la chimenea y distribuye las piedras de manera decorativa. Prepara la mezcla de mortero según las instrucciones del paquete. Coloca una capa de aproximadamente 3/4 de pulgada de espesor encima de la tela de alambre utilizando una paleta.

Coloca cada piedra falsa sobre el manto y el marco como las habías colocado en el suelo. Mantén cada piedra firmemente en el mortero durante 30 segundos o hasta que quede fija si la sueltas. A menudo resulta muy útil contar con una segunda persona para ayudarte en esta parte de la tarea.

Deja que las piedras y el mortero se sequen por 12 horas. Aplica sellador con una brocha y deja secar durante 24 horas antes de usar la chimenea.