Step 1

Viste la cama con un edredón que se parezca a la superficie de un sofá más que a una cubierta de cama. Evita los patrones y el satén o la seda, optando por materiales como gamuza y microfibra en colores neutros, ya que éstos imitan la superficie de un sofá.

Step 2

Empuja uno de los lados largos de la cama contra una pared, para que de soporte a la parte de atrás de la cama además de hacer que se vea más como un sofá, ya que las camas usualmente son colocadas para que uno de sus lados cortos quede contra la pared.

Step 3

Acomoda cojines largos, grandes y robustos contra la parte trasera de la cama. Los que vienen rellenos de pluma son ideales, ya que son más duros que una almohada tradicional, ofreciendo más soporte a la espalda cuando se use como sofá. Si es posible, escoge cojines que combinen con la tela y el color del edredón.

Step 4

Posiciona cojines cilíndricos cerca de los lados cortos de la cama, para que actúen como los brazos del sofá. Una vez más, de ser posible, elígelos del mismo color y tela del edredón.

Step 5

Coloca cojines decorativos en la cama. Escoge algunos que combinen con la decoración del cuarto y con tu estilo. Colócalos cerca de cada una de las esquinas de la cama o frente a los almohadones que darán soporte en la parte de atrás.