Instrucciones

Prepara una caja para cachorros que tenga lados de al menos 10 cm de altura y tenga espacio adecuado para que los cachorros puedan moverse por ella. (Una caja de cartón puede servir. Algunos prefieren usar cestos de mimbre o incluso barreños de plástico). Reserva también espacio para la madre, si va a estar presente. Coloca una manta, toalla o sábana doblada para que los cachorros estén cómodos.

Asegúrate de que los cachorros están abrigados. Durante las primeras tres o cuatro semanas no son capaces de regular por completo su temperatura corporal. Mantén su entorno a unos 27 grados centígrados si la madre no está presente, y a unos 24 grados centígrados si está presente. Ella les proporcionará el calor corporal adicional. Si no quieres tener tan alto tu termostato, instala una lámpara de calor a 1,8 m por encima de la caja para cachorros.

Crea tu propia fórmula para alimentar a los cachorros si la madre no está para amamantarlos. Mezcla 360 ml de leche evaporada con 360 ml de agua. Luego añade 120 ml de yogur natural, 4 yemas de huevo y 1 cucharada de vitaminas para cachorro (disponibles en tu tienda de mascotas local). Alimenta a los cachorros con un cuentagotas esterilizado.

Asegúrate de que todos los cachorros coman al menos cada dos horas y evacúen poco después. Si ves que un cachorro no evacúa regularmente, frota delicadamente su ano con una toallita húmeda para intentar estimular el proceso. Este es un problema bastante común en las primeras semanas de vida.

Limpia la caja y cambia el lecho diariamente. Es conveniente tener preparada una caja secundaria para traspasar a los cachorros mientras limpias la otra. Si no la tienes, colócalos sobre una toalla limpia en el suelo. Nunca los pongas sobre un mueble, ya que pueden caerse y hacerse daño.