Step 1

Ve a una tienda de comida saludable o ejercicio y compra algún polvo de proteína de suero. No la confundas con soja o cualquier otro tipo de proteína en polvo. Son completamente diferentes. La consideración más importante al comprar proteína de suero en polvo es el gusto. Comprar un envase grande de algo que odias no será muy bueno si no quieres comerlo. Pide muestras o compra un envase pequeño para probarlo primero.

Step 2

Mezcla la proteína de suero en polvo en un vaso mezclador. La proporción es una cuchara por 8 onzas de líquido. La mejor forma de probarlo es con leche. La leche desnatada es mejor para la dieta ya que no contiene grasas. Además agrega calcio y ocho gramos más de proteínas lácteas por taza. Si realmente eres consciente de las calorías, puedes mezclar la proteína de suero en polvo con agua. Usa un batidor o un vaso mezclador para mezclar tu proteína de suero. No podrás disolver la proteína con una cuchara.

Step 3

Usa la proteína de suero en polvo batida para reemplazar las comidas. Cuando estás haciendo dieta, deberías comer entre cinco y siete pequeñas comidas por día en lugar de tres comidas grandes. Bebe una mezcla de proteína de suero en polvo en dos o tres de estas comidas por día. La mezcla te saciará y te dará energía para todo el día.

Step 4

Agrega la proteína de suero en polvo a otras comidas. Es fácil aburrirse consumiendo sólo la mezcla. Mézclala un poco para hacerla más interesante. Haz un batido y mézclalo sobre el cereal o agrégalo a las sopas. Sé cuidadoso y no agregues demasiado ya que esto podría saborizar los platos.

Step 5

Haz mucho ejercicio. Cuanto más entrenamiento y levante de pesas hagas, más proteínas demandará tu cuerpo. Cuando lo alimentas con proteínas, se recupera más rápido y te hará más fuerte. Cuando tienes más músculos, quemas más calorías y pierdes grasa. Es un ciclo que comienza con ejercicio y que es facilitado por la proteína de suero.