Cosas en común

La harina de maíz y la polenta eran originalmente los alimentos de los campesinos. Se cultivaban fácilmente, eran baratos de producir, nutritivos y se podían almacenar durante un tiempo considerable, lo que significaba que en caso de una mala cosecha, todavía habría alimento disponible. Tradicionalmente, la harina de maíz fue más común en el sur de EE.UU., mientras la polenta era más común en el norte de Italia.

Harina de maíz

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El tipo más común de harina de maíz utilizada en EE.UU. es de color amarillo, a pesar de que la harina de maíz blanca se utiliza en las recetas de pan en los estados del sur. También es posible obtener harina de maíz azul. La harina de maíz es versátil e históricamente se ha utilizado en muchas recetas. Las recetas tradicionales que utilizan harina de maíz incluyen granos, molletes, tortas, bases de pizza y galletas, para nombrar algunas.

Polenta

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La polenta se remonta a la época romana y, en esos días, antes de la llegada del maíz, se hacía con garbanzos o castaños. La polenta puede ser molida fina o gruesa, dependiendo de su propósito y hasta cierto punto la región de Italia donde se produce. Como con la harina de maíz, puede ser amarilla o blanca. La polenta se puede utilizar como un cereal de desayuno, similar a la sémola, o como parte de un plato principal. Es igualmente utilizada como un ingrediente para pudines.

Nutrición

La harina de maíz y la polenta pueden ser consideradas "comida rápida" sin el inconveniente del contenido de grasa asociado con muchos otros de los alimentos llamados de preparación rápida. Ambos proporcionan una buena fuente de minerales y vitaminas, a pesar de que no son tan altos en fibra, porque las cáscaras del maíz se eliminan. Los niveles de sal y azúcar son bajos, mientras que los niveles de energía son altos, lo que hace de estos alimentos una excelente opción para empezar el día.