Entrenar a un niñito para que pueda dormir

Los niños necesitan sentirse cómodos completamente antes de que puedan dormirse.

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Los adultos a menudo toman el sueño por sentado, pero para los niños, el sueño puede significar el fin de los tiempos buenos y el comienzo de algo que a menudo puede ser aterrador. Ser colocado en un cuarto oscuro lejos de sus padres puede impedir que un niño se duerma. Asimismo, los niños se despiertan en medio de la noche, solos en la oscuridad y tratan a menudo de levantarse de la cama en busca de mamá y papá, dañando la calidad del sueño de todos en la familia. Afortunadamente, los padres tienen una serie de técnicas de entrenamiento para dormir a su disposición; técnicas que pueden ayudar a los niños dormir rápidamente y volver a dormir con la menor dificultad.

Hacer del dormitorio el lugar para dormir

Los rasgos de personalidad juguetona de un niñito le hacen reacio al simple acto de dormir. No sólo el sueño no es divertido, sino la palabra "acostarse" da la señal de un fin de la hora de la diversión, lo que hace difícil para tu niño cooperar con su horario de sueño. Una forma de ayudar a tu hijo a dormirse más fácilmente es que el dormitorio sea un lugar que está destinado sólo para dormir, no para jugar. Evita jugar con tu hijo en su dormitorio. Mueve sus juguetes y otras distracciones fuera de la habitación. De esta forma, le entrenas a ver el dormitorio como un espacio para una actividad específica: dormir.

Hora de dormir: tiempo real

Según la UNICEF, los niños carecen de las facultades cognitivas de autocontrol y requieren la ayuda de sus padres en el desarrollo de estas habilidades. Esta debilidad en la autorregulación puede resultar en que no respondan bien al razonamiento o estímulos para ir a dormir. En muchos casos, la fisiología de un niño pequeño le controla más de él, así que entrenar a tu hijo para dormir se basa en parte en el aprovechamiento de la fisiología humana. El reloj biológico de tu hijo puede ayudar en este esfuerzo. Crea una rutina de sueño de tu bebé, asegurándote de que vaya a la cama a la misma hora cada noche. Esta rutina entrena su cuerpo para saber cuándo es hora de dormir, lo que a su vez, hará más fácil llevarlo a la cama.

Sólo en la oscuridad

Entrenar a un niño para dormir implica más que llevarle a la cama. Un aspecto de sueño del niño que frustra a muchos padres es el inevitable despertar y venir a sus camas en medio de la noche. Los niños pequeños ocasionalmente se van a despertar en la noche y la realización que están solos en la oscuridad puede asustarles. Para ayudarles a sentirse seguros en sus propias camas, haz sus habitaciones más cómodas. Como muchos niños tienen miedo a la oscuridad, la instalación de luces o pegatinas que brillen en la oscuridad en sus dormitorios puede ayudarles a sentirse más cómodos en su habitación cuando se despiertan en medio de la noche.

Ser un monitor del sueño

Parte de cualquier rutina de entrenamiento es la medida. Como padre, debes supervisar las mejoras de tu hijo en el sueño y encontrar maneras de contribuir para mejorar la calidad de sueño. Una manera fácil de hacerlo es a ver a tu hijo después de ponerlo a dormir. Según O'Grady Psuchology Associates, los niñitos más sanos no tomarán más de 15 minutos en dormirse, así que revisa a tu hijo 15 minutos después de ponerlo a dormir. Si encuentras que está despierto, consuélalo con un abrazo o altera ligeramente la habitación para que sea más cómoda para él. Luego, vete y no vuelvas por otros 15 minutos. Este proceso te ayudará a identificar los cambios más eficaces en el entorno de sueño de tu hijo.

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