Step 1

Precalienta el horno a 200 grados Fahrenheit (93 grados Celsius). Esparce los dientes de ajo sobre una bandeja para hornear y hornéalos durante una hora. Este proceso de cocción antes de la fermentación no sólo ayuda a intensificar el sabor, sino que también permite que sea más fácil pelar el ajo, ya que se torna crujiente.

Step 2

Una vez que se enfría, pela el ajo y desecha la piel.

Step 3

Mezcla la salsa de soja con 1 taza de agua dentro del frasco de vidrio de 1 cuarto (0,95 litros) de capacidad. Tapa el frasco y agítalo hasta que la salsa de soja y agua se integren por completo.

Step 4

Coloca los dientes de ajo dentro del frasco. Agrega más cantidad de agua hasta que los dientes queden sumergidos.

Step 5

Agrega las especias. El ají molido y la pimienta de Cayena lograrán que el ajo fermentado tenga un sabor picante. Otras opciones incluyen especias secas como orégano, tomillo, cilantro y jengibre en polvo. También puedes añadir 1 cucharada de jengibre fresco cortado en juliana para encurtir el ajo fermentado.

Step 6

Cubre el frasco con la tapa y colócalo sobre la mesada de la cocina, en un sector lejos de la luz solar, durante dos días. Luego guarda el frasco en el refrigerador. Puedes conservar el ajo fermentado en el congelador durante un par de meses.