Limpia la maceta

Remueve las flores y las hojas que se han caído en la maceta luego de que la temporada de floración haya pasado. Cuando se aletarga, si dejas esas hojas y flores se convierten en un ambiente en el que puede crecer moho y hongos, lo que puede dañar las raíces y hacer que el suelo no sea sano para que vuelva a crecer la próxima temporada. Limpiar la maceta previene enfermedades durante el período de aletargamiento y mantiene las raíces sanas.

Poda

La poda de una orquídea depende de la especie. Las orquídeas mariposa, también conocidas como orquídeas phalaenopsis, producirán una segunda tanda de flores si podas el tallo justo debajo del nodo de la flor luego de la primera floración. Otras se aletargan y el tallo muere. Sin embargo, si remueves el tallo demasiado temprano, le niegas comida a las raíces; espera hasta que el tallo se haya puesto amarillo antes de podarla para que las raíces tengan los nutrientes necesarios.

Cambiando la maceta de la orquídea

Es mejor mudar la raíz de la orquídea a otra maceta nueva o más grande cuando está aletargada. Si lo haces durante este período le quitarás el estrés a la planta, así que evita transplantarla cuando está activa y le permitirás al sistema de raíces que se expanda en su nuevo ambiente al principio de la primavera. Coloca las raíces de la nueva planta en una maceta nueva, más grande con tierra fresca especialmente para orquídeas.

Guardando a la orquídea

Luego de que la orquídea se aletarga y las flores mueren, debes guardarla hasta la próxima temporada de crecimiento. Mantén el sistema de raíces en la maceta y la maceta en un lugar cálido en el que reciba la luz del sol indirecta. Riega la maceta regularmente para mantener la tierra húmeda y agrega una pequeña cantidad de fertilizante de acuerdo a las direcciones del paquete para que las raíces aletargadas se puedan alimentar.