Tipos

Hay varios herbicidas para árboles para uso residencial y comercial, pero los más comunes son triclopyr, glifosato, dicamba y 2,4-D. Triclopyr es absorbido por las raíces del árbol e interrumpe el proceso de crecimiento normal actuando como una hormona de la planta. El glifosato detiene la producción de los aminoácidos que el árbol necesita para sobrevivir. Dicamba imita el crecimiento de hormonas de la planta y causa la muerte de los tejidos existentes; el método es efectivo contra las coníferas. 2,4-D daña las células de los árboles, interrumpiendo el crecimiento normal, y comúnmente se combina con dicamba.

Formulaciones y aplicaciones

Los herbicidas para árboles vienen en varias formulaciones, incluyendo en aerosol, líquidos, en polvo y en cristales. Los herbicidas concentrados deben ser mezclados con agua para su aplicación, con las proporciones de químico y agua calculadas de acuerdo a la zona que debe cubrirse.

Los métodos de aplicación varían según el producto. Algunos herbicidas, como dicamba, deben aplicarse en una abertura en la superficie del árbol o directamente sobre el tocón. Otros químicos, como triclopyr, se aplican, ya sea directamente sobre el árbol o alrededor de la base en las raíces.

Consideraciones

Algunos herbicidas, como el glifosato, matan todo lo que hay alrededor del árbol, incluyendo el pasto. Los químicos del herbicida permanecen en el suelo por un tiempo después de la aplicación, pero la cantidad de tiempo depende tanto de la clase como de la formulación del herbicida utilizado.

El viento puede llevar el herbicida a otras zonas del jardín y matar plantas y vegetación. El herbicida amontonado por el viento puede dañar seriamente los jardines de flores y huertos de vegetales en las zonas circundantes, por lo que la aplicación de herbicidas en un día ventoso no se recomienda.

Advertencias

Los herbicidas están compuestos por químicos y pueden ser perjudiciales si se tocan, se inhalan o se ingieren. Los químicos pueden dañar los ojos, el revestimiento de la garganta y la piel en contacto directo con ellos o a través de la exposición prolongada. Cuando se manipula un herbicida se deben seguir todas las instrucciones para evitar daños, y los químicos deben guardarse en forma segura fuera del alcance de los niños y los animales.