Drenaje

Las plantas pueden ser muy sensibles a la cantidad de agua alrededor de sus raíces. Si hay mucha agua, las raíces pueden pudrirse, mientras que las plantas con poca agua tampoco crecerán. La textura del suelo determina cuanta agua aguantará. El suelo arenoso permite que el agua se absorba muy rápidamente, necesitando ser regado con más frecuencia. El suelo arcilloso es grueso y denso, y no dejará que el agua sea absorbida muy bien. Ambos extremos del suelo pueden subsanarse agregando materiales de abono con la tierra. Colocar abono en la arcilla puede aflojarlo y darle espacios con aire para su drenaje y, a su vez, el abono mantiene la humedad que la arena no puede.

Alimentación

Mientras que el agua puede ser el ingrediente más importante para el crecimeinto de tus plantas, ellas también necesitan alimento para un buen crecimiento y para producir frutas y vegetales. Elementos como el nitrógeno y el fósforo son fundamentales para el crecimiento de las plantas. Cada planta requiere diferentes nutrientes, pero un buen fertilizante genérico o una sólida capa de abono mezclado con la tierra aportará lo que la gran mayoría de tus plantas del jardín necesitan.

Desarrollo de la raíz

Ya sea que estes cultivando plantas de tipo enredadera como los pepinos o tubérculos como las zanahorias, las plantas deben tener espacio para que sus raíces puedan crecer. Si tu suelo esta lleno de raíces de maleza, pedazos de madera o piedras, las raíces no tendrán espacio suficiente para crecer y florecer. Las zanahorias y las papas pueden crecer torcidas o deformes, mientras que las plantas que crecen por arriba del nivel del suelo no prosperarán si sus sistemas de raíces no tienen espacio para expandirse. Remueve todos las obstrucciones de tu jardín antes de plantar las semillas para darle a tus plantas un agradable hogar en el cual puedan crecer.

Maleza

Tu suelo tiene un número limitado de nutrientes y deseas que ellos enriquezcan las plantas que pusiste allí. La maleza que aparece en tu jardín roba los nutrientes de los cultivos, dejándolos no tan saludables o vibrantes. Prepara tu tierra antes de tiempo arrancando las maleza del lugar desde la raíz. Excava para comprobar que todos los bulbos de las raíces hayan sido removidos, así no vuelven a aparecer dentro de días o semanas.