Las mejores maneras de almacenar pepinos crudos

Almacenar adecuadamente los pepinos les permite permanecer frescos durante más tiempo.

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Los pepinos que son crudos son mejores cuando están crujientes y frescos. Por desgracia, los pepinos pueden descomponerse rápidamente cuando se los almacena incorrectamente. Esto significa que debes comerlos lo más pronto posible para evitar que empiecen a pudrirse en tu refrigerador o encontrar una nueva forma de almacenarlos. Afortunadamente, es posible almacenarlos para que se mantengan frescos aún después de más de una semana.

Envoltura de plástico para almacenamiento

Envuelve el pepino en papel plástico y luego ponlo en el refrigerador. Al mantenerlo envuelto minimizas la cantidad de humedad en el pepino, lo que ralentiza el proceso de descomposición. Después de envolverlo, al ponerlo en el refrigerador lo mantendrás lo suficientemente frío como para mantenerse fresco durante una semana a 10 días.

Envoltura de toalla de papel

Una toalla de papel es otra opción para envolver el pepino. Los pepinos crudos rodeados por una toalla de papel se mantienen secos debido a la absorción de agua y de la humedad por la toalla. Al poner el pepino en el recipiente para verduras del refrigerador, rodeados de la toalla de papel, les ayudará a mantenerse frescos a medida que se reduce el nivel de humedad. También permite que el pepino dure más de una semana.

Temperatura ideal

Al almacenar los pepinos crudos, la mejor temperatura es fresca pero no congelada. Los pepinos no se congelan bien, así que las temperaturas por debajo de 40 grados Fahrenheit (4,4 grados Celsius) no son una buena opción, pero una temperatura alta también debe evitarse. Demasiado frío o demasiado calor hará que los pepinos se echen a perder. Refrigerarlos a alrededor de 41 grados Fahrenheit (5 grados Celsius) aproximadamente los mantendrá lo más frescos posible y permitirá que duren por lo menos una semana.

Los pepinos cortados

El almacenamiento de pepinos cortados varía en función de cómo se corten. En general, su almacenamiento en un recipiente sellado herméticamente o envolviéndolo en papel de plástico o papel de aluminio es la mejor opción. Si se cortan en rodajas, se ponen en un recipiente con tapa. Esto evita que se sequen durante el almacenamiento. Si sólo se corta el final, cúbrelo con papel de aluminio o envoltura de plástico o almacénalo en un contenedor como lo prefieras.

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