Jupiterimages/Photos.com/Getty Images
A menudo usado en la limpieza doméstica, el amoníaco se puede usar para limpiar superficies de cristal, quitar manchas en una moqueta o limpiar encimeras. Desafortunadamente, tiene muchos peligros asociados. Por ejemplo, el Folleto de Material de Seguridad producido por la compañía W.D. Service establece que el amoníaco puede causar daños pulmonares y quemaduras en piel y ojos. Mezclarlo correctamente es de gran importancia.
Paso 1
Ponte un par de guantes de plástico o de látex para proteger tu piel de la irritación.
Paso 2
Ponte un par de gafas de seguridad para proteger tus ojos de las salpicaduras. También es necesaria una mascarilla para reducir la cantidad de vapores de amoníaco que respiras.
Paso 3
Vierte 1 onza de amoníaco en una cubeta por cada 6 onzas de agua. Si sólo quieres limpiar unas pocas ventanas, con 1 onza es bastante. Los trabajos de limpieza más grandes requerirán 5 onzas de amoníaco mezcladas con 30 onzas de agua.
Paso 4
Agita los ingredientes para mezclarlos si utilizas una botella rociadora. Remueve si los colocaste en una cubeta.
Paso 5
Vacía cualquier resto de solución de amoníaco/agua que quede en el lavabo o en el tubo de drenaje. Vierte inmediatamente agua caliente por el drenaje.
Más reciente
- Lavar tu ropa después de usar la solución de amoníaco es una buena idea. Si has derramado algo sobre tu ropa, podrías tener una erupción en la piel.
- Nunca mezcles amoníaco con lejía. La unión de los químicos produce un gas peligroso.
- Nunca calientes el amoníaco. Debe guardarse a temperatura ambiente para permanecer estable.
- Jupiterimages/Photos.com/Getty Images