Raíces

Las plantas precisan una cantidad constante de agua desde las raíces hasta los tallos y hojas. Cuando las temperaturas son altas, las raíces no pueden absorber el agua con la velocidad suficiente para llevarla a las hojas. Esto hace que las hojas se marchiten. También puede provocar la caída de flores.

Macetas

Las plantas en maceta son más susceptibles a marchitarse en el sol porque tienen menor protección alrededor de las raíces, según lo que señala la Extensión de Purdue. Cuando las plantas se plantan en el suelo, este amortigua las raíces permitiendo la presencia de más humedad, además de manterlas frías. Las plantas en maceta tienen menos suelo alrededor de las raíces, dependiendo del grosor de la misma, por lo que el calor puede penetrar más fácilmente. Estas condiciones permiten que el calor del sol marchite a las plantas más que a las que están en el suelo. Cuando hace calor, las plantas en maceta deben ser regadas con mayor frecuencia.

Ventilación

El calor del sol puede hacer que las plantas de un invernadero se marchiten aunque reciban la luz en forma indirecta o filtrada. Lewis Hill dice que esto sucede porque el calor es absorbido por el invernadero y este precisa ventilación para sacarlo. Sin ventilación, el exceso de calor hace que las hojas y flores se marchiten.

Riego

Existe cierta evidencia de que regar las plantas en el momento más caluroso del día puede causarles quemaduras. Fiona Macre informa que el agua que se adhiere a la planta actúa como una lupa que enfoca hacia sol directo, causando que la planta se queme. Esto ocurre especialmente en las plantas de hojas pilosas ya que la pequeña textura capilar retiene más humedad en la superficie. Según el artículo de Macre, el mejor momento para regar las plantas es temprano por la mañana, cuando el clima está fresco y las plantas pueden absorber la humedad antes de que se evapore.

Causas alternativas

Algunas plantas, aun las que precisan sol directo y son regadas adecuadamente, pueden marchitarse. El calor del sol no es siempre la causa. Otras causas de marchitamiento incluyen la pudrición de raíces y el ataque de plagas como los áfidos y las arañuelas, según señala Barbara Pleasant. La pudrición es causada por bacterias y hongos. Para determinar si una planta tiene pudrición de raíces, desentiérrala y busca raíces que no tengan sus finas vellosidades y brotes o que se hayan vuelto de color negro. Los áfidos y otros insectos pueden ser eliminados de la planta usando insecticida.