Step 1

Satura el hisopo con aceite esencial de eucalipto o de té de árbol. Introdúcelo en el frasco y pásalo por el aceite duro, con energía, hacia un lado y el otro. A medida que los restos de aceite se disuelven, posiblemente dejen manchas en el vidrio. Repite varias veces con más aceite esencial hasta que el vidrio quede totalmente limpio. A diferencia de muchos limpiadores poderosos, los aceites esenciales se pueden inhalar sin que causen daño alguno.

Step 2

Prueba con un solvente a base de petróleo si no consigues aceites esenciales, y aplícalo de la misma forma, con los hisopos. Puedes conseguirlo en muchas tiendas de alimentos. Los aceites esenciales y los solventes a base de petróleo son efectivos para frascos pequeños, pero el costo puede resultar prohibitivo si quieres limpiar un recipiente más grande. En ese caso, continúa al Paso 3.

Step 3

Llena un cuarto de un frasco grande manchado de aceite con arroz blanco crudo. Añade detergente hasta la mitad y vierte agua caliente hasta cubrir los tres cuartos. Cierra el frasco con su tapa o apoya los dedos protegidos para tapar la boca. Agita el frasco con energía durante unos minutos. El detergente desengrasante ayuda a romper el aceite, mientras que el arroz lo afloja. Deshazte del contenido y repite si es necesario. No llenes con demasiado arroz, dado que los granos deben poder moverse con libertad a través de la mezcla para poder eliminar el aceite.

Step 4

Embebe el frasco con una solución hecha con partes iguales de jugo de limón y agua caliente, si el aceite es difícil de eliminar. Introduce el vidrio durante una semana, cambiando la solución a diario. En la mayoría de los casos, el ácido del limón eliminará la mancha por completo.