Preparación para limpiar

Impide que aparezcan rayones u otros daños sobre el piso. Para ello, barre la suciedad antes de limpiar con el líquido. Este tipo de piso no se suele rayar con facilidad, pero si sucede, logra un aspecto sucio y se vuelve más difícil de limpiar, porque la tierra se queda allí. Si fuera necesario, quita las alfombras y cambia de lugar los muebles. Usa una escoba de cerdas suaves o un lampazo. Barre todo el piso, especialmente en las esquinas y a lo largo de los zócalos, que es donde se junta la suciedad.

Limpieza suave

Si friegas el suelo con agua con regularidad, quitarás la mayor parte de la tierra. Limpia las zonas de menos tránsito una vez a la semana y una vez cada dos o tres días los lugares con más paso; así la tierra no se acumula en el suelo. Todo lo que necesitas para hacer una limpieza suave es una solución de agua corriente tibia y un trapeador. Utiliza el agua con moderación sobre un trapeador apenas húmedo. Si está muy líquido, podrías dejar marcas de agua sobre el piso o podría filtrarse a través del revestimiento y arruinarlo o doblarlo. Un trapo húmedo solo quita la suciedad más superficial.

Limpieza profunda

Este tipo de piso requiere de una limpieza más profunda una vez por semana. Un limpiador casero más fuerte disuelve las capas de tierra más gruesas sin dañar el material. Mezcla media taza de vinagre blanco con 1 galón (3,80 litros) de agua tibia y tendrás una solución casera de limpieza profunda. La naturaleza apenas ácida del vinagre penetra la suciedad y las manchas sin percudir el revestimiento. Además realza el brillo sin utilizar ceras ni químicos muy fuertes. El olor del vinagre se va rápidamente una vez que el piso se seca.

Método de limpieza

Vierte tanto la solución de vinagre como de agua corriente en un rociador antes de limpiar. Moja el piso con un poco del limpiador y friega. Rocía solo la parte del suelo que quieras limpiar en ese momento, así la humedad no se asienta sobre el piso ni daña la duela. Si la cantidad de tierra es más grande, esparce la solución de vinagre ligeramente sobre la suciedad y deja absorber unos cinco minutos para que penetre antes de comenzar a trapear. Seca con una toalla suave y limpia antes de volver a colocar las alfombras y los muebles.