Step 1

Cierra el suministro principal de agua que entra en la casa desde la fuente externa. Esto se logra generalmente girando la llave de control en el sentido de las manecillas del reloj. Asegúrate de que el suministro de agua haya sido completamente cerrado.

Step 2

Abre los grifos de los fregaderos, duchas y bañeras. Asegúrate de que todos los grifos hayan sido abiertos. Comienza con las llaves en la planta baja o en el sótano de la casa. A continuación, ve al siguiente nivel y abre cada grifo. Deja que el agua drene por completo de las tuberías. Recuerda jalar la cadena de los retretes para vaciar sus tanques. Comprueba cada grifo y cada fuente de agua, para asegurarte de que la misma se haya drenado completamente de las tuberías de suministro.

Step 3

Cierra todas las llaves después de que el agua haya abandonado las tuberías. Abre la válvula principal de control de agua. Abre un grifo en el nivel superior y deja que el agua corra hasta que salga todo el aire de la línea. Luego, ciérralo. Haz lo mismo con cada grifo en el nivel superior y en el inferior, y repite este paso hasta que todos los grifos hayan sido cerrados y el aire haya sido drenado.

Step 4

Comprueba si el problema ha sido resuelto abriendo un grifo de forma completa y cerrándolo rápidamente.

Step 5

Pon atención mientras tiras de la cadena, o pones a funcionar el lavavajillas o la lavadora, y escucha si hay golpes o ruidos fuertes. Si los hay, puede que tengas que reemplazar la válvula reguladora de presión.